Sindicatos de Trabajadoras del Sexo

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Voltairine de Cleyre
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Re: Sindicatos de Trabajadoras del Sexo

Mensaje por Voltairine de Cleyre » 11 Nov 2018, 15:18

Un fragmento escogido del texto:
La postura anarquista ha sido siempre la de la abolición. Si pretende la abolición de la esclavitud moderna convertida en trabajo asalariado, ¿cómo excluir de esa exigencia a la prostitución? Toda forma de explotación y asalariamiento deben ser abolidas, y más las que no sólo tratan de alquilar nuestro cuerpo y nuestra inteligencia sino también nuestra intimidad. Creo que podemos considerar esta reivindicación como algo históricamente mayoritario dentro del anarquismo. Sin embargo, el problema no surge tanto en relación a la abolición en sí (cuando se interpreta como una figura abstracta) sino en relación a cómo debe obtenerse ésta (cuando se convierte en lo que de verdad importa: una figura concreta). Una parte numerosa, o al menos con bastante repercusión en los medios contrainformativos, desde determinados sectores del anarquismo a la izquierda autoritaria, coinciden en reivindicar la abolición, pero, para mi sorpresa, excluyendo a las prostitutas del proceso y negando su derecho a organizarse/sindicarse. Se darán mil excusas para negar esta afirmación, pero la realidad es que toda la retórica sobre la autoorganización es tirada por el desagüe en cuanto las prostitutas salen del oscurantismo y entran en escena.

Algunos de los pretextos más socorridos son los siguientes: “no pueden organizarse por sí solas porque no están capacitadas”. Aunque parezca una exageración esto es lo que hemos oído y leído estos días. Comparadas recurrentemente con animales no humanos encerrados en jaulas, o con niños explotados laboralmente, se les ha atribuido respectivamente la misma capacidad emancipatoria que la de seres que carecen de facultades intelectuales humanas o que la de otros que aún no han madurado ni se han desarrollado completamente. Esa es la visión desnuda, y aquí cabe poco maquillaje, que se tiene realmente de las prostitutas desde ciertas torres de marfil: seres limitados o a medio formar, incapaces de emitir opinión, y menos aún una solución razonable, sobre su propia situación.

Cuando les conceden la venia para organizarse dicen: “que se organicen, pero que no se sindiquen porque eso significaría aceptar que la prostitución es un trabajo”. Sólo se entiende la organización de las prostitutas en clave de ONG caritativa, nunca como una estructura fuerte y reivindicativa. El debate no es si la prostitución es o no un trabajo, pues la pregunta, casi siempre lanzada de forma tendenciosa, suele tener más recorrido excluyendo a las prostitutas que condenando a la prostitución; el debate, que no se quiere afrontar porque revela los verdaderos prejuicios burgueses que hay detrás del asunto, es si las prostitutas son o no clase obrera. Los que las reconocemos como compañeras de clase ignoramos los juicios legales y morales de la misma sociedad que las explota. No tienen los medios de producción en su poder, se ganan el pan sometiéndose a una cruenta explotación que a su vez no ejercen sobre los demás. Para considerarlas hermanas de lucha no se necesita más. Si admitimos que son clase obrera, tendremos que reconocer simultáneamente su derecho a articular su lucha usando la estructura sindical. Aunque queramos sacralizarla y colocarla tras un cordón dorado que no se pueda traspasar, la realidad es que un sindicato no es más que un órgano de clase usado por los de abajo para defender sus propios intereses. Con independencia de la opinión que nos merezca tal o cual actividad, de que la consideremos trabajo o no, la herramienta sindical es igual de válida y utilizable. ¿Acaso los sindicatos de inquilinas, con casi 100 años de historia, son un órgano estrictamente laboral? No lo son, y por eso su reformulación moderna ha generado tantas objeciones por parte de los puristas, pero la realidad, que éstos parecen desconocer, es que los sindicatos de inquilinas nacieron precisamente impulsados por sindicatos laborales y organizaciones obreras, como la CNT y la FAI, que entendían las reivindicaciones de clase de forma integral y no dibujaban una línea divisoria entre la arrendataria y la trabajadora. Es por eso que hoy son tan necesarios como antes. ¿Acaso no necesitamos también que proliferen los sindicatos de presas, con independencia de que tampoco sean organismos exclusivamente laborales? Lo importante es crear las estructuras defensivas con las que la clase obrera, en su distintos y compatibles estadios, como consumidoras, como encarceladas, como inquilinas, y no sólo como productoras, pueda dar una respuesta coordinada contra los ataques que sufre.

Otro de los reparos más comunes alude a la posibilidad de que el establecimiento de un sindicato de prostitutas suponga el reconocimiento tácito de una patronal y que esto abra la puerta a la legitimación de los proxenetas y a la regularización de la prostitución. Primero, y tristemente, las distintas asociaciones de proxenetas que explotan a mujeres bajo el eufemismo de “locales de alterne” ya han sido regularizadas y legalizadas, entre otras instituciones por el mismísimo Tribunal Supremo, desde hace casi 20 años 11. Es curioso que la organización legal de los explotadores no levante hoy, ni levantara entonces, el mismo revuelo que el intento de organización de las explotadas. Por otra parte, es absurdo creer que una organización de autodefensa sindical implica necesariamente el reconocimiento de una patronal. Sólo implica la necesidad de organizarse para combatir abusos y agresiones, vengan éstas de donde vengan. ¿Cuál es la patronal de los sindicatos de manteros y lateros? Su constituyen como sindicato para defenderse de las redadas policiales y las políticas municipales, para tejer redes de apoyo y protesta, sin que esto signifique reconocer como interlocutor a patronal alguna. Lo mismo puede decirse sobre la retorcida pretensión de que crear un sindicato es legitimar la explotación que sufren las sindicadas. Cuando las personas que viven hacinadas en un “piso patera” o en un cuarto de lavadoras mínimamente habilitado como vivienda se unen a un sindicato de inquilinas, ¿están legitimando con ello el arrendamiento draconiano al que han sido sometidas? Cuando un grupo de trabajadoras migrantes, sometidas a jornadas laborales maratonianas, sin medidas de seguridad ninguna y con auténticos sueldos de hambre, se afilian a un sindicato laboral convencional, ¿están legitimando la esclavitud encubierta a la que son sometidas o por el contrario la están combatiendo? Lo que legitima la explotación es seguir desarmadas, inermes, aisladas y calladas. Lo que justifica la opresión es seguir como hasta ahora, ocultas bajo el manto del statu quo, sin hacer ruido, sin molestar.

Uno de los argumentos capitales para negar la sindicación de las prostitutas alude al supuesto carácter amarillo que puede haber tras los sindicatos que impulsan el proceso. Ante la propia ignorancia vamos a aceptar el presupuesto. Seguramente hay muchos intereses espurios que pueden tratar de controlar dichos sindicatos, como lo hacen los empresarios con los sindicatos laborales convencionales o la administración con las plataformas de vivienda. Ahora bien, ¿la existencia de estructuras amarillas y quintacolumnistas dentro de las organizaciones obreras invalidan toda forma de organización y sindicación? Que existan CCOO y UGT, ¿deslegitima por ejemplo a todos los anarcosindicatos? Tomar la parte por el todo no es nunca una buena solución. La existencia de sindicatos amarillos que tratan de maquillar la explotación de las compañeras es precisamente un argumento más para que los sindicatos revolucionarios abran sus puertas a la organización de las más precarias. A más amarillismo más necesitamos organizaciones combativas opuestas al armisticio social.

Llegados a este punto, sin muchos más argumentos en contra, se acaba soltando: “vale, que se sindiquen, pero que lo hagan para exigir la abolición de la prostitución ipso facto”. Pues sí, ojalá lo hicieran, pero la realidad suele ser mucho más dura, insatisfactoria y compleja. No sé cuántas de las personas que me leen han militado en un sindicato, pero si lo han hecho sabrán perfectamente de lo que hablo. Cuando una inquilina se acerca a un sindicato habitacional, ¿lo hace para exigir la abolición de los alquileres y la socialización de la vivienda o simplemente para pedir una bajada de la renta o evitar su desahucio? Cuando una trabajadora convencional se acerca a un sindicato laboral, ¿lo hace para exigir la abolición del trabajo asalariado y la destrucción del sistema capitalista o lo hace inicialmente para impedir una reducción de salario o evitar su despido? Habitualmente, ninguna explotada se acerca a una organización obrera para reclamar un cambio revolucionario radical. La gente, lógicamente, sólo está interesada en un principio en mejorar sus condiciones de vida, que no es poco. Después, con el contacto, la confluencia y el autoaprendizaje, se va dando ese proceso por el que se abren las expectativas y se amplían las exigencias. Pero el primer paso, para conseguir eso, es organizarse. ¿Podemos exigir a las prostitutas que empiezan a dar los primeros pasos organizativos que reclamen inmediatamente la abolición de la prostitución y la desaparición del sistema patriarcal y que renuncien a su vez a reclamar simples y elementales derechos sanitarios o sociales? Quien se sienta con la autoridad moral necesaria para hacerlo que lo haga. Pero que no se olvide antes de visitar a las organizaciones obreras con más de un siglo de historia que aún no le exigen eso a sus afiliados.

Y este último punto abre la puerta, inevitablemente, a qué tipo de abolición queremos. ¿Queremos una abolición vertical, de arriba a abajo, a base de decretos y leyes, que excluya del proceso a las prostitutas o queremos una abolición surgida de abajo a arriba y protagonizada por las propias afectadas? Cuando hoy la izquierda habla de abolición de la prostitución, y lo hace arguyendo algunos de los argumentos desmontados más arriba que niegan la organización/sindicación de las prostitutas, está defendiendo en realidad una abolición muy poco abolicionista. Sin las prostitutas liderando el proceso, la abolición sólo puede venir del Estado, de una reforma del Código Penal promovida por el Parlamento, de unas leyes aplicadas por los tribunales y de una batería de medidas gubernamentales. No hay más recorrido. Si ese es el modelo de abolición de cierta izquierda, e incluso de algún anarquismo, tenemos un grave problema de ignorancia histórica, y, en el segundo caso, de coherencia práctica.

Ningún cambio de paradigma radical, y eso es lo que requiere la abolición, se ha producido nunca de espaldas a los afectados directos.

Voltairine de Cleyre
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Re: Sindicatos de Trabajadoras del Sexo

Mensaje por Voltairine de Cleyre » 11 Nov 2018, 15:25

Dos aportaciones del Acratosaurio también muy interesantes: "El afecto, el trabajo, el sindicato y..., el sexo" (http://alasbarricadas.org/noticias/node/40911) y la segunda parte "Trabajo, sexo y militancia" (http://alasbarricadas.org/noticias/node/40921). Pongo también fragmentos seleccionados por la menda:
Estaba diciendo que la moral, parte de la cultura de una población, lo impregna todo. Hace unos días me pusieron a parir por ayudar a una amiga de unos sesenta años que intercambia sexo por dinero, a hacer una reclamación de cara a que los funcionarios no se rían de ella cuando va a pedir información sobre cómo conseguir una pensión no contributiva. Te hace preguntas y dialogamos así: ¿me conviene hacerme autónoma?; a tu edad me parece que no, pero no lo tengo claro; es que me estoy viendo muy anciana para ejercer; ¡pero qué dices!, ¿anciana? ¡si estás genial! [se ríe y me pega una palmada en el hombro que medio me descoyunta]; ¿y para hacerme autónoma, cómo me apunto?; pues marcando la casilla de "otros", pero me coges un poco a contrapelo…; ¿y con la no contributiva cuánto me queda?; pues menos de los quinientos euros…; ¿sólo esa mierda después de toda la vida trabajando?; ¿Nunca has cotizado nada?; de joven, cuando trabajaba en la fábrica de tomate…; pues oye, entonces con una a mínimos son seiscientos… ¿Y por que no vamos a un sindicato?; ¿a un sindicato? ¿tú crees que me atenderían?; ¡anda!, ¡pues claro! En Actividades Diversas, o en Oficios Varios seguro que entras; ¿seguro?; seguro; ¿y no se van a burlar? Yo prefiero que tú que nos conocemos desde chico…

Bueno, pues por lo visto está mal visto sindicar a estas señoras, basándose en criterios morales e ideológicos. Se las prefiere tener desorganizadas a organizadas, porque en el fondo, si se organizan se sabe que las legalizarán y regularán y saldrán de la reserva. De ello se encargará el Parlamento, les guste o no a moralistas y políticos de derechas y de izquierdas. Por eso pienso que no hay que estar ni a favor ni en contra de la legalización. Por lo que hay que estar, es por la organización, y que venga lo que tenga que venir.

Pero por el amor de Hécate, cuando te encuentras una persona concreta, con un problema concreto (que cada una tiene uno), de vejaciones, pensiones, enfermedades de transmisión sexual, deportación, drogadicción, expulsión de zonas públicas, desahucios, pobreza, violencia, escolarización de hijos, robo; estigmatización… ¿Qué les das? ¿Un discurso de prejuicios clasistas? ¿Las englobas en la categoría "prostitutas" a todas, cuando las hay de diversos tipos? ¿O tomas aire y arrimas el hombro, y ayudas a la persona concreta que te plantea algo, que respira, vive, ama y sufre como tú? ¿Le proporcionas herramientas, conocimientos prácticos, autoestima, valor? ¿la englobas, agrupas, reúnes, juntas? Porque si ayudas, que lo sepas: eres una organización embrionaria, eres un sindicato: una agrupación de trabajadores solidarios que luchan por la mejora de sus vidas. Y eso, te honra.

Ahora bien, leyendo lo que circula, se me ocurre a veces que hay gente que escribe, que nunca habló con una trabajadora de este tipo. O que si habló con ellas, o bien tiene una ideología endurecida, o bien habló para discutir el precio. No lo sé.
Yo recomiendo en este tema, hacer lo que siempre recomiendo a cualquier activista: cerrar la boca; escuchar a los demás, saber qué piensan. En este caso, averiguar de la persona interesada, si ella opina que lo suyo es trabajar. No des por sentado que tienes la verdad, cuando se trata de la verdad de otra persona a la que debes atención. Es ella la que te va a decir lo que necesita, que es: cómo defenderse de multas, detenciones y sanciones; qué hacer con agresiones, violencias y maltratos; cómo lograr ayudas, vivienda, sanidad; de qué manera evitar redadas, persecuciones y deportaciones; que hay que hacer para conseguir papeles, estabilidad, fianzas; de qué forma tener acceso a educación, empleo, universidad; cómo prevenir enfermedades, accidentes e indigencia…

Porque si no haces algo que barra esos problemas, algo que les proporcione posibilidades, los dominados lo que harán será normalizar su situación. Y acabarán asumiendo que el que les peguen, persigan, estigmaticen, roben, expulsen, desprecien, vejen, violen, contagien, pisoteen y asesinen, es normal porque se lo merecen.

Piénsalo: tú puedes tener una cantidad de ideas emancipadoras enormes en mente. ¿De qué te sirven si eres un activista? Si tu pasión es la acción, debes de comprender una serie de cuestiones básicas, que son más o menos: los conceptos sociales, son inexactos, interpretables, complicados, campo de disputas. Sólo funcionan cuando la gente empieza a creer en ellos; un activista (libertario) no tiene por misión difundir sus creencias, si no conseguir que las cosas cambien; para lograr el cambio, hay que procurar que la gente se organice y funcione por sí misma; para lograr la organización, no valen las conferencias, ni los panfletos, ni los llamamientos de internet, si no el cara a cara; el activista tiene que establecer una red de complicidades pisando el terreno, tiene que conocer a la gente, saber qué piensan, comprender lo que es importante para ellos o ellas. Y después planificar y llevar a cabo el plan. Si en ese proceso adquieres conocimientos, presencia, credibilidad, eficacia, valor, fuerza… Puede que los demás empiecen a adoptar tus ideas. O lo mismo no, porque en esto del activismo, hay que estar siempre preparado para lo peor. Lo peor siempre llega de mil maneras, eso tenlo por seguro.

Y lo peor no hace mella en el activista. Porque en la lucha, se fragua el militante. Sin piedad, sin condescendencia, sin abatimiento. En la batalla, los escurridizos conceptos sociales, esas palabras abstractas campo de disputa académica, adquieren claridad, concreción, existencia corpórea. Es en la lucha social, donde se vierte tu sangre al convertirse tu cuerpo en idea y chocar con la del enemigo.

Y entonces, si hay suerte y acierto, puede sobrevenir la posibilidad del cambio.

Violeta_Yakova
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Re: Sindicatos de Trabajadoras del Sexo

Mensaje por Violeta_Yakova » 11 Nov 2018, 21:28

Dejo un enlace para contribuir al debate sobre el trabajo sexual y su sindicalización. En este caso, es un libro escrito por un trabajador sexual francés que fundó un sindicato. Tiene mucho de análisis marxista: https://vientosur.info/spip.php?article9910

adonis
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Re: Sindicatos de Trabajadoras del Sexo

Mensaje por adonis » 12 Nov 2018, 15:00

"300 feministas piden la retirada de la demanda para ilegalizar el sindicato OTRAS

Amaia Pérez Orozco, Justa Montero, Elena Poniatowska o Isabel Coixet apoyan el manifiesto para pedir que se retire la demanda para ilegalizar OTRAS, el sindicato de trabajadoras sexuales que se presentó el 21 de septiembre. El juicio comienza este miércoles 14 de noviembre. "

https://www.elsaltodiario.com/sindicato ... cato-otras
Activistas feministas como Mireia Bofill, Begoña Zabala, Justa Montero, Amaia Pérez Orozco y Yayo Herrero. Abogadas como Begoña Lalana. Cargos públicos como la concejala de Feminismos de Barcelona, Laura Pérez. Escritoras y periodistas como Elena Poniatowska, Ángeles Mastreta, Coral Herrera y Nuria Alabao. Profesoras y docentes como Raquel Osborne, Dolores Juliano, Mª Jesús Izquierdo e Itziar Ruíz Jiménez. Directoras de cine y artistas como Isabel Coixet y Maria Galindo. Periodistas y comunicadoras como Gabriela Wiener, Ana Encinas, Belén Macías o Susana Albarrán.

Estas son solo algunas de las casi 300 feministas que firman el manifiesto que pide retirar la demanda para ilegalizar OTRAS, el sindicato de trabajadoras sexuales que se presentó el 21 de septiembre en una rueda de prensa. La demanda fue interpuesta por la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres y la Plataforma 8 de marzo de Sevilla después de un incendio en el PSOE que se saldó con una dimisión. El juicio comienza este miércoles 14 de noviembre.

Las firmantes dicen tener posiciones y enfoques muy diversos respecto al trabajo sexual, pero comparten la defensa del derecho a la libre sindicación de los y las trabajadoras sexuales, según la nota de prensa enviada hoy a los medios de comunicación.

En el manifiesto reivindican “la enorme diversidad de posiciones y de sensibilidades respecto a este debate”, por lo que piden “que no se utilice una pretendida unanimidad del feminismo como aval de ninguna medida legal que pueda afectar a las condiciones materiales de vida de muchas personas que trabajan en este sector en todas sus variantes”. “No nos parece una herramienta política justificada recurrir a una justicia que desde el feminismo con tanto esfuerzo se lucha por cambiar porque se ha demostrado que no protege adecuadamente los derechos de las mujeres. No dejemos que decidan por todas”, concluye el manifiesto.

En el texto, que puede leerse íntegramente en el blog Nunca Sin Nosotras, creado para recoger apoyos, se incide en que para luchar efectivamente contra la trata de personas con fines de explotación sexual no se debe confundir con la prostitución decidida ni con la diversidad de trabajos sexuales que hoy en día se ejercen legalmente en este sector. Junto al blog, la campaña #NuncaSinNosOTRAS pretende incidir en que “el feminismo no tiene una sola voz en el debate sobre la prostitución”.

Las firmantes alertan contra el precedente que puede sentar la posible ilegalización de una organización de trabajadores: “Estamos seguras de que las personas que han demandado al sindicato OTRAS no tienen intención de beneficiar a la patronal de la prostitución, pero tampoco a la gran patronal y a quienes desde las instituciones o la política abogan por el recorte de derechos y libertades en todos los ámbitos. Unos y otros son los mayores interesados en poner trabas al funcionamiento de los sindicatos”.

La presentación de OTRAS generó una ola de reacciones que dejaron en evidencia las posturas enfrentadas que genera la prostitución en el seno de las organizaciones sindicales.

lonelydriver
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Re: Sindicatos de Trabajadoras del Sexo

Mensaje por lonelydriver » 12 Nov 2018, 21:03

Sinceramente, me cuesta concebir el sexo como un trabajo. Ya sé, hay ciertas necesidades que atender, que pueden conducir a la busqueda de compañía "profesional". Aun así, tiene que haber cariño y empatía. Algo mas que "trabajo". Es que la sola palabra provoca desgana. Es mejor una muñeca hinchable, no? Bueno, no estoy pontificando. Estoy solo opinando.

Violeta_Yakova
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Re: Sindicatos de Trabajadoras del Sexo

Mensaje por Violeta_Yakova » 12 Nov 2018, 23:31

lonelydriver escribió:
12 Nov 2018, 21:03
Sinceramente, me cuesta concebir el sexo como un trabajo. Ya sé, hay ciertas necesidades que atender, que pueden conducir a la busqueda de compañía "profesional". Aun así, tiene que haber cariño y empatía. Algo mas que "trabajo". Es que la sola palabra provoca desgana. Es mejor una muñeca hinchable, no? Bueno, no estoy pontificando. Estoy solo opinando.
Desde los '70 se viene hablando mucho de trabajo reproductivo. El trabajo sexual se considera como una variante de este.

lonelydriver
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Re: Sindicatos de Trabajadoras del Sexo

Mensaje por lonelydriver » 14 Nov 2018, 10:38

Trabajo reproductivo? Se refiere eso a follar? Solo pensar que se trata de un trabajo, quita las ganas. Es poco motivante. El erotismo se pierde. Sinceramenre, no me gusta este enfoque. No tiene nada de anarquista.

adonis
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Re: Sindicatos de Trabajadoras del Sexo

Mensaje por adonis » 15 Nov 2018, 22:24

"Nosotras y las otras", Gabriela Wiener: https://www.eldiario.es/zonacritica/Nos ... 76445.html
Un fantasma recorre el movimiento feminista, el fantasma de la puta. Si hay algo que nos parte en dos esa es la puta. Ahora el gran peligro es que la puta demandante de derechos termine de facto legalizando la prostitución en España. Sería el acabose. Tremendo peligro. Porque todo el mundo sabe que la prostitución en España es ilegal como las drogas. Así que no hay nada que abolir por ahora. Bueno, sí, eureka, un sindicato de personas que se consideran trabajadoras y sujetos políticos. Esa es la gran idea que han tenido el feminismo del PSOE, la Fiscalía y las tres mil firmantes del manifiesto por la ilegalización del sindicato Otras. Atención, porque hay que hacer un anuncio: el feminismo abolicionista español se acaba de pasar al bando de los antiderechos. Hablamos de oponerse a la libre sindicalización, algo que está indicado en la Declaración Universal de los derechos humanos desde 1948 nada más, y que se consiguió con sangre, sudor y lágrimas de trabajadores y trabajadoras explotadas y esclavizadas. Se fueron al pedo las feministas abolas, se desmadraron, se les fue la olla, se fueron a la re-mierda.

Digamos que no son abolicionistas, sino solo malas compañeras. Caída la careta ya no tienen que fingir que les importan las putas. No les importan una mierda las putas como no acepten abandonar su medio de vida y dejarse tutelar por la ONG abola de turno. Será por eso que poco o nada ha cambiado para las prostitutas en tantos años de feminismo abolicionista y hegemónico. ¡Y así les parece raro que quieran organizarse! Se les pide que sigan como hasta ahora, que se queden calladitas, les perdonan la vida cada vez que les aconsejan que se asocien en las sombras, que sigan simulando ante la ley que trabajan en otra cosa y así se las condena por más siglos a la clandestinidad. De paso invisibilizan a todo el resto de trabajadores sexuales. Y lanzan su putofobia desde sus puestazos, desde sus salarios, desde sus derechos ganados, desde su legalidad europea. ¿Y tú qué tal? ¿Qué tal si pedimos lo mismo para ti? ¿Qué tal si tu trabajo a mí me parece peligroso, que perpetúa el paternalismo, o sea el machismo, y la violencia, o sea el silenciamiento y la invisibilización de muchas? ¿Propongo abolirte? ¿Por qué no abolimos mejor el matrimonio, la iglesia o la policía, como proponía Angela Davis el otro día, opresión con fachada de legalidad?

Acaso les escuece que quieran conseguir algunos derechos para la vida, por ejemplo el derecho a llamarse trabajadoras, porque eso contradice la tesis abolicionista de que la prostitución es violación, es decir, todas estas inconscientes mujeres, todas, las de la trata y las que no están en la trata, las autónomas, las autogestionadas y las dependientes, las pobres y las de lujo, están siendo todas violadas sin darse cuenta y deben correr a los brazos de mamá abola y blanca y asistencialista. No veo ninguna diferencia con la misoginia de toda la vida. Tampoco se organizan en realidad, son los lobbys puteros los organizados. Siempre hay alguien detrás moviendo los hilos de la puta, la puta no piensa con la cabeza porque tiene el coño ocupado. A Otras le llaman sindicato proxeneta. Para las abolas las putas que trabajan en España y levantan la voz son todas proxenetas. Mira, me pongo más negra de lo que soy. Me pongo más puta de lo que soy. Y me pongo más putera de lo que soy. Y soy putera porque le voy a las putas, le voy a sus deseos, a sus problemáticas y a su urgencia de derechos.

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Joreg
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Re: Sindicatos de Trabajadoras del Sexo

Mensaje por Joreg » 16 Nov 2018, 18:55

lonelydriver escribió:
14 Nov 2018, 10:38
Trabajo reproductivo? Se refiere eso a follar? Solo pensar que se trata de un trabajo, quita las ganas.
Ni que bajar a una mina fuese motivante. Pero el minero va, y baja. Lo que define el trabajo no es la motivación, ni el gusto.

trabajo
1. m. Acción y efecto de trabajar.

2. m. Ocupación retribuida.

3. m. obra (‖ cosa producida por un agente).

4. m. Cosa que es resultado de la actividad humana.

5. m. Operación de la máquina, pieza, herramienta o utensilio que se emplea para algún fin.

6. m. Esfuerzo humano aplicado a la producción de riqueza, en contraposición a capital.

7. m. Lugar donde se trabaja. Vivo muy lejos de mi trabajo.

8. m. Dificultad, impedimento o perjuicio.

9. m. Penalidad, molestia, tormento o suceso infeliz. U. m. en pl.

10. m. Fís. Producto de la fuerza por la distancia que recorre su punto de aplicación.

11. m. coloq. Cuba, Ur. y Ven. Preparación por medio de poderes sobrenaturales de una persona para protegerla o para perjudicarla, y de una cosa para usarla como amuleto.

12. m. pl. Estrechez, miseria y pobreza o necesidad con que se pasa la vida.

trabajo de zapa

1. m. trabajo que se hace oculta y solapadamente para conseguir algún fin.

trabajo temporero

1. m. P. Rico y R. Dom. Empleo parcial.

trabajos forzados, o trabajos forzosos

1. m. pl. trabajos en que se ocupa por obligación el presidiario como parte de la pena de su delito.

2. m. pl. Ocupación o trabajo ineludible que se hace a disgusto.

tomarse alguien el trabajo de algo

1. loc. verb. tomarse la molestia. Le agradezco que se haya tomado el trabajo de venir a visitarme.

trabajo le, o te, mando

1. exprs. U. para dar a entender que es muy difícil aquello que se trata de ejecutar o alcanzar.

trabajar

Del lat. vulg. *tripaliāre 'torturar', der. del lat. tardío tripalium 'instrumento de tortura compuesto de tres maderos'.

1. intr. Ocuparse en cualquier actividad física o intelectual. Trabajar en la tesis doctoral. Trabaja poco y mal.

2. intr. Tener una ocupación remunerada en una empresa, una institución, etc. ¿Trabajas o estudias?

3. intr. Ejercer determinada profesión u oficio. Trabaja COMO periodista. Trabaja DE jardinero.

4. intr. Dicho de una máquina: funcionar. La computadora trabaja según un programa determinado.

5. intr. Dicho de un establecimiento o de un organismo: Desarrollar su actividad.

6. intr. Colaborar o mantener relaciones comerciales con una empresa o entidad. Siempre trabajamos con la misma agencia de viajes.

7. intr. Intentar conseguir algo, generalmente con esfuerzo. Trabajar por la paz.

8. intr. Dicho de una cosa: Obrar o producir un efecto. La naturaleza trabaja para vencer la enfermedad.

9. intr. Constr. y Mec. Dicho de una cosa o de una parte de ella: Sufrir la acción de los esfuerzos a que se halla sometida.

10. tr. Aplicarse o dedicarse con esfuerzo a la realización de algo. Este curso ha trabajado mucho las matemáticas. U. t. c. prnl. Se ha trabajado el ascenso.

11. tr. Elaborar o dar forma a una materia. Trabajar la madera, el cuero.

12. tr. Cultivar la tierra. Trabajar el campo.

13. tr. ejercitar (‖ usar reiteradamente una parte del cuerpo). Deberías trabajar los músculos de las piernas.

14. tr. Tratar de influir en alguien para lograr lo que se desea de él. Trabajó a su marido para hacerle cambiar de opinión. U. t. c. prnl. Trabajarse a un cliente.

15. tr. mortificar (‖ afligir, desazonar). Lo trabajaba la idea de la muerte.

16. tr. dañar (‖ causar perjuicio). Los años la han trabajado ya bastante.

17. tr. Dep. En equitación, ejercitar y amaestrar el caballo.

18. tr. coloq. Ven. Dicho de un brujo o de un curandero: Ejercer su arte. U. t. c. intr.
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blia blia blia.
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Re: Sindicatos de Trabajadoras del Sexo

Mensaje por blia blia blia. » 16 Nov 2018, 22:29

Bueno, lo que dice lonelydriver es que si se considera el sexo un trabajo, una actividad obligada, se pierde el erotismo. A los millones de puteros que hay en este país les debe importar mucho eso.

Recientemente han hecho una entrevista a Silvia Federici sobre la prostitución, los sindicatos de prostitutas, etc. El título es un extracto de una de sus respuestas: "El sexo para las mujeres ha sido siempre un trabajo".

Viene a decir que el sexo en el matrimonio entraba dentro de los trabajos reproductivos (limpiar, cocinar, cuidar, criar,...) a los que la mujer estaba obligada.
Por eso decimos que para las mujeres la sexualidad nunca ha sido un placer, siempre ha sido una obligación. Por ejemplo en el matrimonio era una tarea al mismo nivel que limpiar, cocinar o cuidar de los niños. Si estabas cansada por la noche o no querías no podías decir que no, porque se presumía que cuando te casas, el hombre tiene derecho a tu cuerpo en cualquier momento.
Sobre la prostitución, ella lo ve una explotación más dentro del capitalismo:
yo también soy abolicionista: quiero abolir el capitalismo; quiero abolir el trabajo asalariado; quiero abolir la explotación. También quiero abolir el que las mujeres tengamos que vender nuestro cuerpo y nuestro cerebro para poder sobrevivir. Muchas veces vender tu cerebro es peor que vender tu cuerpo. Entonces, ¿qué abolicionismo queremos? No podemos decir: este tipo de explotación es aceptable y esta no.
No considera que sea empoderador:
También soy contraria a la glorificación del trabajo sexual, ni glorificar ni degradar. Es una forma de trabajo y la lucha está en que podamos organizarnos en todos los trabajos y organizarnos también para que tengamos posibilidades de escapar de todos ellos y no tener que estar obligadas a vendernos de ninguna manera.
En otro lado sobre el tema Silvia dice algo así como que el feminismo debe luchar por abrir el abanico de posibilidades que tienen las mujeres. Casadas que aguantan porque tienen una dependencia económica y/o emocional o por la presión social, mujeres que están en trabajos donde el término precario se queda corto (maquilas, por ejemplo), prostitutas,...

Estoy en un foro y daré mi opinión, con lo poco que vale la de un hombre en este asunto. A mí lo de OTRAS me rechina, pero no porque se organicen las prostitutas. Si no porque entiendo que si se legaliza un sindicato se reconoce el ramo y después vendrá la patronal. Me temo que la legalización puede dar más herramientas a los proxenetas que a las prostitutas. Lo que puede "empoderar" a estas no es la legalización, si no la autoorganización, que puede ser para mejorar las condiciones pero también para cambiar de actividad.

La asociación que hay detrás de OTRAS, Aprosex, me parece que está constituido por un tipo de prostitutas con una casuística muy poco común, las que teniendo bastantes más opciones, han elegido (nunca libremente, porque te obligan a elegir) la prostitución. Por asuntos financieros que se han revelado, parece que es una especie de cooperativa o empresa gestora para poder justificar las entradas de dinero (como ingresos por espectáculos en vivo, que dudo mucho que unas pocas chicas puedan facturar millones de euros al año por ello). Me inclino más por lo de empresa gestora y porque quienes tienen dado de alta el tinglado como mínimo viven de ello. Me puedo imaginar alternativas mejores, pero sin las que hay generalizadas son mucho peores.

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Sindelar
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Re: Sindicatos de Trabajadoras del Sexo

Mensaje por Sindelar » 17 Nov 2018, 09:28

La verdad es que esos últimos artículos les dan un buen repaso a quienes están por la invisibilización de esta gente y su problemática con la explotación laboral sumergida. En el mejor de los casos reconocerán que cada cual hace lo que quiere con su vida, pero que no se las vea demasiado no vaya a ser que les confundan. Igual lo próximo es intentar censurar la expresión ¨habló de putas la tacones¨ porque son patizambas y les degrada como seres andantes. El ramo y la patronal ya están más que reconocidas, ¿por qué hay tanta dificultad para entender que las prostitutas también son personas con derecho a organizarse como tales?
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Awakeanarkia
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Re: Sindicatos de Trabajadoras del Sexo

Mensaje por Awakeanarkia » 19 Nov 2018, 21:38

Para q el sindicato se pudiera legalizar la prostitución deberia considerarse un trabajo y no exclavitud sexual. Eso solo seria posible si se impusiera PARIDAD PREVIAMENTE TANTO EN L@S TRABAJADOR@S como en L@S CLIENTES.
En la prostitucion la mayor parte de l@s trabajador@s son MUJERES q viendose obligadas o por dinero se rinden a complacer a los PLACERES MASCULINOS (ya q la mayoria de clientes son hombres)
Por eso, SI NO SE IMPUSIERA LA PARIDAD, al mismo tiempo q la prostitucion se considerara tarbajo SE INCREMENTARIA AUN MAS LA VISION DE LA MUJER COMO OBJETO SEXUAL.
Para la paridad en l@s trabajador@s esta claro, a base de burocracia pero : y para q haya el mismo numero de clientes q de clientas como? Para eso deberiamos de eliminar la doble moral y sustituir la virgen maria por la del coño insumiso. Y este cambio de mentalidad, como es evidente, si todo sigue igual no se va a producir.

Tambien habria q poner un porcentage para trabajador@s discapacitad@s (como en todos los trabajos) Tambien, tratandose de un trabajo sexual, habria q regularizar q la homosexualidad, transexualidad, transgeneros y todo el grupo LGTBI no se vieran discrimind@s

Ademas, si se considera trabajo y no exclavitud, la prostitucion por mucho sindicato que haya quedaria regulada por la Ley de Libre oferta - Libre demanda. En todos los trbajos (desgraciadamente) el trabajador q no hace huelgas ni se queja de sus condiciones tiene mas probabilidad de encontrar trabajo. Esto se traduce en la prostitucion como LA QUE NO SE QUEJA ENCUENTRA TRABAJO, de forma que si eres trabajadora sexual y tienes un cliente con "gustos particulares" como el de 50 sombras de Gray, te jodes pues estas trabajando.

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El Errabundo
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Re: Sindicatos de Trabajadoras del Sexo

Mensaje por El Errabundo » 20 Nov 2018, 12:17

Creo que abordamos el asunto malamente. El tema no es, o no debería ser, si la prostitución es o no trabajo, sino si las prostitutas son o no clase obrera.

¿La prostitución? Algo horrible, brutalmente horrible, como también son horribles (no voy a entrar a comparar los grados) los desahucios, la indigencia, la cárcel, la opresión y la pobreza, y como todo eso es horrible toca que la gente que lo vive a diario se organicen para combatirlo, sin esperar a que la gente muy ideologizada baje de su torre de marfil y corra a salvarlas.

Miles de actividades, sean o no trabajo, también son horribles. La minería destruye el medio ambiente, ¿expulsamos a los mineros de la clase obrera? Pescadores y carniceros viven de dar muerte o de repartir sus restos. La agricultura destruye bosques y animales no humanos. En los astilleros se fabrican armas que matan a civiles desarmados. ¿Ninguna trabajadora de estos gremios debe ser considerada obrera? Y ya no es sólo lo que determinadas actividades hacen al entorno o a terceros; es también lo que nos haces a nosotras mismas como obreras. Todo trabajo está concebido para ser, como mínimo, obligatorio, y casi siempre denigrante. Trabajar 12 horas cosiendo balones en un taller insalubre no es menos humillante que trabajar las mismas horas rellenando bolsitas de crack en un húmedo sótano/laboratorio. Para ganarnos la vida nos obligan a hacer casi cualquier cosa. Qué es mejor: ¿entender esto y ver cómo nos unimos TODAS para cambiarlo o establecer jerarquías de grado y segregar precisamente a las más jodidas?

Federici, a la que cita el compañero blia, blia, blia, también dice:
“Encuentro moralizante clasificar qué tipo de explotación de los cuerpos de las mujeres es más degradante. Hay mujeres que han tenido que vender sus cuerpos en matrimonio para tener una posibilidad de sobrevivencia, otras que han tenido que hacerlo en maquilas (fábricas clandestinas) en condiciones que le han arruinado la salud y otras que han tenido que prostituirse. Todas han representado salidas que no han escogido, pero que fueron las posibles dentro de esas imposibilidades de elección. Entonces, cuando estoy conversando con una mujer prefiero no preguntarle qué tipo de explotación ha podido que tolerar, sino hablar sobre cómo luchamos juntas para ampliar posibilidades”.
Esto, curiosamente, está más en consonancia con lo que defendía el anarcofeminismo histórico (Michel, Goldman, Cleyre, Mahé, Mujeres Libres, etc.) que con las voces que hoy cargan con la misma fuerza contra los proxenetas y puteros que contra las putas.

Volvemos al principio, ¿son las prostitutas clase obrera? Uno de los textos citados dice algo con lo que coincido:
“Cuando les conceden la venia para organizarse dicen: “que se organicen, pero que no se sindiquen porque eso significaría aceptar que la prostitución es un trabajo”. Sólo se entiende la organización de las prostitutas en clave de ONG caritativa, nunca como una estructura fuerte y reivindicativa. El debate no es si la prostitución es o no un trabajo, pues la pregunta, casi siempre lanzada de forma tendenciosa, suele tener más recorrido excluyendo a las prostitutas que condenando a la prostitución; el debate, que no se quiere afrontar porque revela los verdaderos prejuicios burgueses que hay detrás del asunto, es si las prostitutas son o no clase obrera. Los que las reconocemos como compañeras de clase ignoramos los juicios legales y morales de la misma sociedad que las explota. No tienen los medios de producción en su poder, se ganan el pan sometiéndose a una cruenta explotación que a su vez no ejercen sobre los demás. Para considerarlas hermanas de lucha no se necesita más. Si admitimos que son clase obrera, tendremos que reconocer simultáneamente su derecho a articular su lucha usando la estructura sindical. Aunque queramos sacralizarla y colocarla tras un cordón dorado que no se pueda traspasar, la realidad es que un sindicato no es más que un órgano de clase usado por los de abajo para defender sus propios intereses. Con independencia de la opinión que nos merezca tal o cual actividad, de que la consideremos trabajo o no, la herramienta sindical es igual de válida y utilizable”.
¿Es trabajo lo que hacen las estudiantes y jubiladas? ¿Dejan de ser trabajadoras las desempleadas? ¿Deben sindicarse inquilinas y presas? Nuestros sindicatos siempre han tenido secciones donde se sindican personas que son clase obrera, aunque su actividad (como estudiar) o inactividad, no se considere trabajo en sí. La CNT clásica no sólo tuvo Sindicatos de Inquilinos, sino que también tuvo Sindicatos de Inválidos (nombre literal), sin importar que esta sindicación implicara empleo o no (de hecho la UGT también montó otro sindicato parecido, donde también se debatía sobre “auxilio social” o mendicidad).

Sindicarse implica defenderse como clase obrera, no necesariamente estar empleada, ni que tu actividad sea positiva y edificante (mientras no asalaries a nadie), ni siquiera que estés dentro o fuera de la moral o la legalidad vigente. Si las compañeras se sindican puede que no cambien nada, o hasta que todo vaya más cuesta abajo. Pero si no se sindican la única alternativa que se les platea es seguir como hasta ahora, calladas, explotadas, sin derecho a sanidad si son migrantes, sin jubilación si son mayores, sin subsidios si enferman, sin posibilidad de reciclarse laboralmente si así lo deciden (porque no hay ningún programa de transición, ni casas de acogida ni nada que se le parezca), sin poder quitarse de encima a los servicios sociales que fiscalizan a sus hijos, sin poder quitarse de encima tampoco a chulos y extorsionadores profesionales, sin perder el miedo a salir a la calle y ser secuestradas por un coche patrulla u hostiadas o pinchadas por cualquier cabrón al que no se atreverán a denunciar porque creen que ellas también están cometiendo un delito. El statu quo, aunque nos deje, a las personas que no nos prostituimos, la conciencia tranquila, no pinta muy bien para las afectadas directas. Y nadie, aclaro, habla de regularización. Hablamos de ORGANIZACIÓN para que puedan ir dando los pasos necesarios para su emancipación, de lo parcial a lo integral. ¿O no es eso lo que defiende el anarcosindicalismo en el trabajo convencional?

¿Sobre OTRAS? Pues sí, quizás sea todo verdad lo que se dice de ellas. Pero centrarse en eso, cuando el debate de fondo es si las compañeras deben sindicarse o no, parece una excusa. Es como si planteáramos, ¿deben sindicarse las presas? Y alguien dijera que no, porque detrás del intento están Comisiones o UGT. Ok, ¿pero que hayan sindicatos verticales en el ajo conculca la necesidad de las presas de sindicarse? ¿Para qué están los anarcosindicatos y los sindicatos autónomos? Si OTRAS es un invento de los proxenetas, entonces toca combatir eso, pero no negando el derecho a sindicarse, sino creando o entrando en estructuras sindicales paralelas y de oposición.

Otro argumento es que “sindicarse implica reconocer una patronal”. ¿Acaso no pueden sindicarse los autónomos en CNT mientras no tengan asalariados? ¿Qué patronal tienen los autónomos? Artistas, psicólogas, taxistas por cuenta propia, y un largo etcétera, pueden sindicarse, y su sindicación no implica reconocimiento de patronal alguna. Por otra parte, no hace falta que las prostitutas muevan un dedo para “legalizar a los proxenetas” porque estos llevan 20 años legalizados (sin tanto revuelo) a través de la figura del alterne. Mesalina, Anela y otras tantas, dirigidas por gentuza de España 2000 y vinculadas con grupúsculos fascistas de medio Estado (sobre todo de la zona de Levante) ejercen la explotación sexual a diario sin que nadie actualmente organice escraches, elabore manifiestos y haga recogidas de firmas. Si OTRAS puede ser un caballo de Troya (ni idea), estos asquerosos están con los dos pies juntos dentro de la legalidad vigente, y a casi nadie parece importarle una mierda. No sé, quizás nos toque revisar prioridades.
"Me asombraba la estupidez de mi especie que no se alzaba como un solo hombre y se sacudía unas cadenas tan ignominiosas y una miseria tan insoportable. En cuanto a mí, decidí, –y jamás he desviado el pensamiento de esta decisión– zafarme de esa odiosa situación, y no asumir jamás ni el papel de opresor ni el de oprimido".

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Re: Sindicatos de Trabajadoras del Sexo

Mensaje por Sindelar » 20 Nov 2018, 12:45

El Errabundo escribió:
20 Nov 2018, 12:17
(...) Sindicarse implica defenderse como clase obrera (...)
Efectivamente, compañera, no lo podías haber expresado mejor. A mi parecer el resto de alternativas con juegos de palabras grandilocuentes y estudios de campo mediante pantallas ya son otra cosa. Gracias por toda la intervención tan precisa.
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anenecuilco
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Re: Sindicatos de Trabajadoras del Sexo

Mensaje por anenecuilco » 20 Nov 2018, 14:12

¿Acaso no pueden sindicarse los autónomos en CNT mientras no tengan asalariados? ¿Qué patronal tienen los autónomos? Artistas, psicólogas, taxistas por cuenta propia, y un largo etcétera, pueden sindicarse, y su sindicación no implica reconocimiento de patronal alguna. Por otra parte, no hace falta que las prostitutas muevan un dedo para “legalizar a los proxenetas” porque estos llevan 20 años legalizados (sin tanto revuelo) a través de la figura del alterne. Mesalina, Anela y otras tantas, dirigidas por gentuza de España 2000 y vinculadas con grupúsculos fascistas de medio Estado (sobre todo de la zona de Levante) ejercen la explotación sexual a diario sin que nadie actualmente organice escraches, elabore manifiestos y haga recogidas de firmas. Si OTRAS puede ser un caballo de Troya (ni idea), estos asquerosos están con los dos pies juntos dentro de la legalidad vigente, y a casi nadie parece importarle una mierda. No sé, quizás nos toque revisar prioridades.
Es que si las del sindicato son autónomas, mal porque no son 'auténticas', pero si quieren incluir a las asalariadas (que es lo que afirman), también mal porque eso es reconocer a la patronal.

Pues es que resulta que, efectivamente, hay prostitutas que legalmente deberían ser asalariadas como tales porque así es como trabajan, para unos patrones que, 'alegalmente', se benefician de ellas. Pero para cierto feminismo ni tan mal, lo importante es que las trabajadoras sexuales no se sindiquen no vaya a ser que consigan un convenio donde aparezca la palabra 'felación' o 'coito', ave maría purísima qué escándalo, mejor que sigan en la oscuridad como desde hace 40 siglos. Si además cualquier día de estos las ministras del PSOE las liberan y pasan a ser catedráticas de universidad y astronautas, ¿para qué molestarse?
When the Union's inspiration through the workers' blood shall run,
There can be no power greater anywhere beneath the sun

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