Renta básica

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boiffard
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Re: Renta básica

Mensaje por boiffard » 27 Jul 2017, 20:58

Acabé de traducirlo.


La falsa promesa de la Renta Básica Universal

Alyssa Battistoni es una doctoranda en ciencias políticas de la universidad de Yale y se ha publicado en "Jacobin magazine".

Hace cinco años, sacar el tema de la RBU podría provocar mas cejas arqueadas que un gesto de comprensión, pero en estos días la RBU (a veces resumida en "Pagar por estar vivo") esta ganando popularidad en Estados Unidos y en el extranjero. La RBU, donde todo el mundo recibe un cheque del gobierno independientemente de lo que hagan o en qué se lo vayan a gastar, es una idea vieja. Pero ha habido cierto interes desde el crash de 2008: a medida que millones de personas han perdido sus trabajos y se han preguntado si encontrarían de nuevo, otros se han estado preguntando si realmente necesitamos trabajar.

La RBU fue recientemente apoyada por el Movement for Black Lives como parte de un programa de reparaciones, mientras que un manifiesto canadiense llama a consideración por la sonstenibilidad ambiental. Jeremy Corbyn dijo el pasado septiembre que el Partido Laborista investigaría los borrados para la renta basica en Reino Unido, y experimentos están en la agenda en Escocia, apoyados por el partido de izquierdas SNP. En Francia, Benoit hamon gano la nominación al Partido Socialista con un programa que incluia la renta básica.

La creciente discusión pública ha sido acompañado por pocos pero significantivos programas experimentales, especialmente en Europa. Empezando durante este año, 250 personas en Utrecht recibirán 960€ del gobierno, mientras uq eun experimento finlandés pagará a entre cinco y diez mil personas una paga de 550€ mensual. No es suficiente para vivir, pero tampoco es rechazable.

En Estados Unidos lo más cercano a un programa de Renta Básica existente es el fondo permanente de Alaska (Alaska Permanent Fund), Desde 1982, este fondo a pagado a cada residente en Alaska desde unos cientos hasta 2000$ mensuales, provenientes de las ganancias al petroleo. Pero los principales promotores de la RBU en los Estados Unidos son tecnocapitalistas como Peter Thiel y Marc Andreessen, y con la excepción de Alaska, los experimentos de renta básica están implementándose en elestado por el sector privado. Especialmente, el fondo de start-ups Y Combinator esta empezando un programa piloto en Oakland este año, pagando a cientos de familias entre 1000 y 2000$ mensuales, sin compromisos.

Es especialmente notorio que Milton Friedman o Martin Luther King Jr. apoyaron la renta básica, y la nueva generación de promotores de la misma es igual de ecléctica, desde capitalistas de riesgo que apoyan a Trump como Thiel hasta promotores del "comunismo lujoso totalmente automatizado" (fully automated luxury communists) como Peter Frase. Hay muchas formas de apoyar la RBU: tantas como formas en las que ésta podría ser.

Una versión funciona como una especie de noblesse oblige: se le echa una mano a los desafortunados que han quedado obsoletos ante los robots, más listos y eficientes que ellos. Otra versión aspira a un igualitarismo universal y otra que cuestiona le legitimidad de la riqueza privada acumulada. Hay una versión que mira la RBI como un chispazo para una generación de emprendedores; y otra que simplemente quiere evitar una revuelta de las masas precarias.

La renta básica acaba siendo a menudo promocionada como una solución post-ideológica encorsetada una nueva era de política: la extraña confluencia entre la izquierda y la derecha tienda a ser leída como una señal en las que las militancias políticas se pueden dejar de lado en favor del compromiso racional. Pero el aparente aspecto de transversalidad ideológica es el bug, no la funcionalidad. Porque la renta básica es políticamente ambigua: tiene el potencial de ser un cabayo de Troya para la izquierda y la derecha: los criticos de izquierdas dicen que puede ser el vehículo para terminar de liquidar los restos del estado de bienestar; mientras que otros lo venden como la "carretera capitalista hacia el comunismo". La versión de la renta básica que obtengamos dependerá de las fuerzas políticas que le den forma.
Es por ello que el borrador para impulsar la renta básica en Estados Unidos ya - cuando la derecha controla todo- debería ocasionar alarma: los defensores de la RBU en la izquierda deberían actuar con precaución.

Pero eso no significa que la renta básica sea causa perdida. Al contrario, la incapacidad del capitalismo para proveer medios decentes de vida para 7 billones de persona actualmente vivas es uno de sus más evidentes defectos; y la mejor oportunidad para la izquierda de ofrecer una alternativa. Una renta básica universal, aunque no sea la única respuesta, puede dirigirnos por la buena dirección.



Elevando el techo.

Sin que sea sorpresa para nadie, los sindicatos han estado muy lentos en subirse al debate sobre la posibilidad de que ciertos trabajos puedan no ser necesarios. Pero según subía el interés, la RBU ha conseguido convertir al menos a uno del movimiento sindiical: Andy Stern, antiguo jefe del SEIU, cuyo libro de 2016 "Elevando el techo" (Raising de Floor), explica porque la renta básica es la via para "inventar un futuro mejor".

Stern se ha posicionado a sí mismo como un visionario dispuesto a liderar el movimiento obrero de su estancamiento tradicionalista hacia nuevos horizontes. Dentro del movimiento obrero, sin embargo, es una figura controvertida por ser muy amigo del jefe. A trabajado con Walmart en reformas de sanidad y con Payl Ryan en responsabilidad fiscal; en una entrevista reciente con Vox, dijo que el movimeinto sindical cumplia un rol de "boutique" a la hora de representar a los trabajaodres. Era una cuestión de tiempo que hiciera poderosos amigos en el mundo tecnológico.

Tras dejar el sindicato SEIU en 2010, Stern coge el virus tecnológico. Cambia de un PC a un Mac y empieza a googlear; en panfletos tecnológicos como TechCrunh y los sitios raro-futuristas como Singularity Hub, lee acerca de consejeros financieros robotizados, periodistas robotizados, camareros robotizados, limpiadores de hotel robotizados, guardias robot y por supuesto, robots sexuales. En plena bocachanclada, comparó el número de gente jugando al juego online "Mists of Pandaria" a los rangos del trabajo organizado: "al movimiento sindical americano por completo le costó decadas conseguir ese numero de afiliación". ¡Vaya época en la que estar vivo! Pero ¿que pasará con el 47% de trabajadores cuyos trabajos estan en el aire por el riesgo de la automatización? Stern, cuyo ultimo libro apuntaba a hacer America un "pais que funciona", se empezó a preocupar sobre el "futuro sin trabajo". No quiere decir un mundo literalmente sin trabajo, simplemente un mundo con trabajo insuficiente.

Para pensar qué hacer, habla con un montón de gente. Habla con el banquero de inversión Steven Berkenfeld -un ejecutivo en lehman Brothers durante el crash del 2008, cuya cualificación para predecir el futuro es cuestionable en el mejor de los casos- declara que "poner a la gente sobre los beneficios en este país es casi anti-americano". También habla con Carl Camden, el CEO de Kelly Services, la agencia de trabajo temporal original; o como eufemiza Stern, la compañía que "vió el potencial de negocio en el desempleo temporal". (La compañia se hizo famosa por llamar a sus secretarias "Kelly Girls", un anuncio de 1971 promocionaba que "una Kelly Girl nunca coge vacaciones. Nunca pregunta por un aumento. No te cuesta un duro por el tiempo del almuerzo"- y por supuesto- "nunca falla en complacerle"). Habla con David Cote, el CEO de Honeywell Internacional, que dice que los trabajos simplemente "surgirán" - siempre lo han hecho antes.

Stern también habla con organizadores sindicales, como Saket Soni del National Guestworker Alliance y AiJen Poo de la National Domestic Workers Alliance, para "entender el "lado oscuro de la actividad económica precaria" - el lado representado por trabajadores de dia durmiendo al aire libre en Nueva Orleans después del huracán Katrina siendo pagados una fracción del dinero entregado a los contratistas de la reconstrucción. Para entender la creciente desigualdad económica, lee el Capital en el siglo 21 de Thomas Piketty, o algo. (Como la mayoría de gente que se compro el libro, he leido poco, admite). Contrata a una mujer de Kenya para transcribir una entrevista, por la que es facturado 4.67 dolares, y usa TaskRabbit para desmantelar y enviar su bici por el país, por lo que paga 80 mas gastos. Entonces llega a la conclusion que los trabajos que quedarán tras la llegada de los robots serán los mejores y los peores: prgramadores de Google y conductores de Uber. Estos ultimos seran tan malos (tan inseguros y tan mal pagados) que los rangos de personas obligados a recurrir a ellos necesitarán algo más para seguir. Ahí es donde entra la renta básica: como una red de protección para la economía precaria.

Una utopía para realistas.

La defensa del periodista hoandés y promotor de la renta básica Ruger Bregman, sin embargo, es presentada no como un parche para un futuro oscuro, sino como nuestra mejor oportunidad para la utopia. Avances en la ciencia, tecnología y medicinas significan que la espereanzas para la humanidad son mejores que nunca; y sin embargo las ambiciones políticas han quedado en guiños tecnocráticos; sueños de una buena vida respondidos con oleadas de consumismo basura. ¿Es esto realmente lo mejor que podemos conseguir? Por qué cuando todo parece técnicamente posible, nos volvemos incapaces de imaginar nada realmente inspirador? Para Bergman, la renta básica representa una via hacia la verdadera plenitud humana; la utopia post-trabajo que necsitamos y que de hecho podemos conseguir. Una utopia para realistas.

Esta utopia -no tener que trabajar ni mucho ni muy duro, pasar tiempo de ocio en lugar del trabajo, hacer lo que uno quiere y no lo que le ordenan- es la más vieja de todas. La historia medieval de "La Tierra de la Abundancia", era en palabras de un poeta donde "el dinero se había intercambiado por la buena vida" y "el que duerme más tiempo gana el que más". Y durante más de un siglo, se veía al alcance. Karl Marx, Benjamin Franklin, John Stuart Mill, Oscar Wilde, y John Maynard Keynes predijeron con total convicción que la creciente productividad lograría tal abundancia que solo serían necesarias unas horas de trabajo a la semana. En los 60, con la automatización al alza, parecía tan inminente que la pregunta no era si la gente tendría más tiempo libre: era que harían con él. Nos aburriríamos? Lo perderíamos delante de la televisión? ¿Perderíamos el sentido de nuestra vida?

Estas preocupacions parecen ahora un poco naifs. No nos aburrimos hasta la muerte", Bregman advierte, "estamos trabajando hasta la muerte". Pero no es porque la gente como Keynes o Mill estuviesen equivocados: simplemente no contaron con la política. En lugar de un incremento del tiempo de ocio, la productividad se tradujo en mayor beneficios para los propietarios de capital. La crisis de 2008 y la posterior crisis financiera solo hizo las cosas peor. En estos dias, en lugar de dedicarnos a una vida de ocio, la mayoria de la gente estan o trabajando todavía más duro para aferrarse a sus puestos de trabajo; o trabajando menos de lo que uno necesita realmente para subsistir.

El trabajo es suficientemente malo en sí mismo. Pero Bregman argumenta convincemente que trabajar menos además ayuda a resolver otros problemas: estrés, cambio climático, desastres, desdempleo, desigualdad economica. De hecho, mayor tiempo de ocio es lo más parecido a una bla de plata: ¿hay algo que "trabajar menos" no pueda resolver? se pregunta Bergman. En lugar de hacer a la gente trabajar para vivir, simplemente dales dinero. ¿Una renta básica universal? Los experimentos demuestran consistentemente que cuando tienes ingresos suficientes estás más feliz, más sano y eres incluso más listo. Dar dinero a la gente pobre (desde vagabundos de Londres a trabajadores de Nairobi) resulta ser beneficioso para todo el mundo. Reduce el crimen, la mortalidad infantil, la malnutrición infantil, los embarazos infantiles, incrementa la iguladad de género, resultados en educación y crecimiento económico.
Pero aunque Bregman es utópico, no le baila el agua a los tecnofuturistas: argumenta que para entender la automatizacióin y sus efectos, deberíamos mejor estudiar la historia que especular acerca del futuro. Despues de todo, los robots han estado llegando desde hace décadas. El reciente resurgimiento del interés en la renta básica, también, tiene un precedente histórico: hubo una oleada de interés en los 1930s, y otra más grande entre finales de los 1960s y principios de los 1970s: en 1969 incluso Nixon hizo una propuesta (que no fue aprobada) para una forma de renta básica que el denominó "impuesto negativo".

Durante los 1970s tambien se pudo ver unos cuantos proyectos poniendo la renta básica en acción, con cinco intentos en norteamérica. El más importante, un experimento de cinco años fundado con fondos federales en el pueblo de Dauphin, Canadá, fue un inesperado éxito. Resultó que cuando a la gente se les grantizaba un ingreso por encima de la linea de la pobreza (alrededor de 19000$ para una familia de cuatro), estaban en la escuela más tiempo, y pasaban más tiempo con las familias; mientras que las hospitalizaciones, casos de violencia doméstica y reportes de problemas de salud mental decayeron. En cuatro experimentos en Estados Unidos en la misma época, por otro lado, se vio que la gente trabajaba menos horas e invertían el tiempo libre en la paternidad, inquietudes artisticas y educación. Resulta que la gente no es indolente cuando se queda sin trabajo (aunque ¿qué pasa si lo es?) sino que simplemente hace las cosas que quiere hacer.

La defensa de la RBU de Bergman es muy potente, animada por principios humanistas y llenos de evidencia pragmática. Es tan convincente, de hecho, que uno se queda preguntando por qué, si la renta básica es tan obviamente beneficiosa, no existe todavía. El problema no es que la renta básica no suene lo suficientemente bien, es precisamente que suena demasiado bien para ser verdad. Esto, de hecho, es el mayor reto político de la renta básica: hacer que la gente se la tome en serio. Los políticos mantienen las distancias a la hora de defender una idea tan quijotesca. Un discutido referendum en Suiza el pasado verano propuso una renta básica en unas cifras elevadas (alrededor de 2300€), pero fue rechazada con un 77 por ciento de votos. Pero ninguno de los principales partidos apoyó la iniciativa, que fue vista más como una herramiento publicitaria para la propia RBU que una campaña real.

Los programas de los 1970s, tambien, se fundaron en bandadas de políticos. Cuando el gobierno conservador llegó al poder en Canadá en 1970, se cargó el experimento de la renta básica sin esperar incluso a haber analizado los resultados. En Estados Unidos, el interés en la renta básica universal se cambió por una sospecha continua hacia los destinatarios de las ayudas sociales durante el alzamiento de la Nueva Derecha a finales de los 1970s. Y aunque la renta básica acabó en tierra de nadie, los robots se quedaron. Y estamos viviendo lo que sucede cuando la automatización no es respondida con una respuesta politica: salarios estancados, una clase media desintegrandose, sindicatos desintegrándose, desigualdad creciente.

Sin embargo es curioso como la RBU no parece sufrir los retos politicos descritos por Michal Kalecki en su ensayo de 1943 "aspectos politicos del pleno empleo". Kalecki argumentaba que las dificultades para alcanzar el pleno empleo no eran economicas sino politicas: si la gente puede vivir sin tener que aceptar el trabajo que les ofrezcan, al salario que sea, el poder que proviene de la capacidad de despedir (el poder más significativo que tiene un jefe) se disminuye considerablemente. La renta básica hará lo mismo por la virtud de proveer una fuente de ingresos depeniente; por lo que sus defensores en la izquierda argumentan que puede actuar como un fondo permanente para huelgas.
Visto ésto, ¿por qué los jefes (al menos en SIlicon Valley) parece que adoran la RBU? Parte de su entusiasmo puede simplemente venir de una postura bienintencionada y naif, como dice Sam Altman de Y Combinator "en 50 años, creo que se verá ridículo que usemos el miedo de no ser capaz de comor como una manera de motivar a la gente"- como si esto no fuese una de las principales características del captialismo hasta ahora. Aparentemente liberarse de la necesidad de ganarse un sustento desatará el espíritu emprendedor de la gente, el innovador que llevan dentro; en lugar de darnos la oportunidad la oportunidad de pescar, cazar o criticar según nos plazca. La visión de la RBU como el fundamento de la economía precaria, sin embargo, es una constatación de que el capitalismo no puede pagar sus costes; una transferencia de responsabilidad de los empleadores privados hacia el público. Hay incluso una defensa peor de la RBU como medida de presión: Stern argumenta que los defensores de la renta básica harían bien en convencer a los ansiosos ricos que es la mejor opcion para evitar "la guillotina" entre la creciente desigualdad y desesperación.
Pero uno no necesita ser Robespierre para sospechar de una propuesta que explicitamente se anuncia como un intento de proteger a los ricos de la rabia de la clase obrera; particularmente cuando una de las principales preguntas acerca de la RBU es de dónde vendrá el dinero gratis. Stern advierte a los defensores de la RBU en contra de promover el "exprimir a los ricos a impuestos", la gran coalición que requiere la RBU será imposible sin el apoyo de los ricos desde el principio. (En realidad esto es la métrica habitual para la mayoría de medidas). En su lugar, propone que la RBU se financia a costa de canibalizar los servicios sociales y subir los impuestos al consumo; lo que perversamente coloca el yugo de la financiación en los pobres y la clase trabajadora.

Que esto sea una propuesta que venga de un antiguo lider sindical es una buena medida de la debilidad actual de la izquierda. Y de hecho, la visión de Stern sobre el futuro politico es increiblemente infantil. De hecho, la RBU es explicitamente propuesta como la solución al problema del decreciente poder de los sindicatos", Stern declara en las treinta primeras páginas. En su lugar, proponer un Partido por la Renta Básica que presente candidatos en cada distrito congresional y amenace con una huelga de impuestos (el arma de los ricos) hasta que el Congreso acceda a votar una propuesta de renta básica. Es obviamente un plan sin opciones. Pero revela el límite del sindicalismo al estilo Stern: empiezas colaborando con Walmart en sanidad y acabas reclamando al estado que arroje unos pavos a la reserva permanente de conductores de Uber encargados de llevar a los ricos de una localización gentrificada a otra. En lugar de luchar en contra del futuro distópico, apuntala el presente, con todos sus síntomas morbidos. Pero como el escritor Ben Tarnoff ha señalado, lugares donde el desarrollo tecnológico no ha produciod una distopia sin trabajo (como Suecia) no solo tienen tecnología, tambien tienen sindicatos fuertes y un robusto estado de bienestar. La clase de sociedad exageradamente desigual que Stern y otros futuristas poro UBI temen, no vendrá solo porque los robots lleguen, vendría porque solo unos pocos los poseen.

Reconociendo esto, Bregman defiende explicitamente la "redistribución masiva" del dinero, tiempo y robots, esto es, de ingresos, trabajos y medios de producción. Toda la riqueza es socialmente producida, argumenta, y por tanto debería ser compartida igualmente. No es tanto que en este tiempo sea diferente que las anteriores veces, es que tenemos la oportunidad de hacerlo así. Aunque se queda corto incitandonos a tratar el alzamiento robot, defiende impuestos a los ricos y a las transacciones financieras como un medio tanto para financiar la renta básica como para desincentivar ciertas actividades (como las bancarias) que crean dinero "sin crear nada de valor".

Aunque la versión de Bregmans es más atractiva en los méritos, su programa politico es desilusionante. Las ideas cambian el mundo, declara Bregman, y la RBU es tan buena idea que simplemente tenemos que predicar la palabra. La ultima linea del libro pertenece a Keynes, el héroe implícito del libro, que dijo de las ideas que "de hecho el mundo está dirigido por poco más". Pero por supuesto, está dirigido por muchas otras coas (dinero y poder ejecutivo entre ellas). La semana de 15 horas de trabajo que predijo Keynes no llegó a pasar porque la idea sola no fue suficiente. Más importante, Keynes estaba hablando de ideología mas que de ideas per se, sobre sistemas de pensamiento, no solo ideas inteligentes.

Y el problema de la renta básica es que tiende a ser vista como una idea sin ideología. Bregman describe el movimiento pro-RBU en Europa como un movimiento social y "ideológicamente transversal", al menos aparentemente. A nivel local, donde son propuestos la mayor parte de los programas , el debate es pragmático. El programa de Utretch, por ejemplo, es conocido como "Weten Wat Werkt" (saber qué funciona"), reconociendo que muchos ven el actual sistema de bienestar, incluso en Europa, que cada vez ha ido cediendo más y más terreno al trabajo; como algo insostenible y disfuncional. Pero por supuesto, lo que se define como "pragmático" depende exclusivametne del balance entre las fuerzas politicas del momento. Incluso la propuesta de Bregmans, solidamente en la izquierda, se mueve entre defender la RBU en la línea de lo que el filósofo belga Philippe Van Parjis describía como la "carretera capitalista hacia el comunismo" y... la carretera capitalista para salvar el capitalismo de sí mismo.

La propuesta post-ideólogica de Stern es incluso más evidente: en un punto dado se imagina un intercambio entre el pensador libertariano Charles Murray, cuyo libro de 1997 "The Bell Curve" se hizo famoso por plantear diferencias raciales que provienen en la genética; y Martin Luther King Jr. Argumente que sus desacuerdos acerca de la relación entre la Renta Básica y el rol del Estado en la sociedad son sólo simples matices sobre la idea común acerca de "dar dinero a la gente". Pero estos desacuerdos son precisamente la cuestión principal de éste asunto. El debate acerca de la renta básica es un debate acerca de las obligaciones que tenemos los unos con los otros, los orígenes de la propiedad, el fin de la vida humana, la forma que se da a una sociedad. Y cuando todos estos temas se transaladan a una reforma política; no sugieren simplmente un plan compartido para dar dinero a la gente: ofrecen propuestas radicalmente diferentes sobre temas como cuánto dinero dar a la gente, de dónde debería venir, y quién debería obtenerlo.

La version "izquierdofuturista" de la renta básica es a menudo descrita como una "reforma no reformista", en la línea de lo que dice Van Parij: un objetivo que es alcanzable dentro del capitalismo; pero que tiene potencial de cambiar lo suficiente las condiciones del capitalismo como para dejar éste atrás. La renta básica es el monorail completamente automatizado hacia el "comunismo de lujo", donde todos poseemos comunalmente los robots y todo el mundo recibe lo que necesita. Este tipo de RBU no detiene los trabajos chungos; sino la condición material para el realizamiento del ser humano. Por tanto no vale cualquier tipo de ingreso: tiene que ser un paso genuinamente auténtico hacia la sociedad sin trabajo, tiene que ser genuinamente universal e incondicional, proveer suficiente ingreso para vivir y apuntalar mas que sustituir los servicios sociales del estado. Esta Renta Básica Universal es la que extrae de las feministas marxistas que denunciaban la no remuneración de la reproduccion social durante la época de los 1970s, las mujeres de clase obrera y de color que lucharn por los beneficios sociales en la epoca de los 1970s, y los arquitectos del Freedom Budget que intentaron transladar los logros del lmovimiento por los derechos civiles en un programa de justicia económica. Todos ellos querian no solo una renta básica sino una que sea suficiente, destinada no a sobrevivir, sino a tener una vida decente, incluso una buena vida.

La version de la derecha de la RBU, en contraste, donde insignificantes limosnas reemplazan servicios y bienes públicos, no es una RBU que merezca tener. Esta versión de la renta básica es un mecanismo de redirigir (aunque sería más apropiado decir "estrangular") el estado de bienestar en nombre del concepto libertariano de la libertad: la gente sabe mejor lo que hace que el Estado, es el argumento; el cómo la gente va a permitirse gastarse 12000$ en sanidad al año no suele aparecer mucho en sus discursos.

Quién en concreto debería recibir la renta básica es otra cuestión. A veces de le denomina un "dividendo ciudadano", limitando explícitamente a los receptores por la nacionalidad. Generalmente el "universal" es una aspiración: los programas de RBU siempre han sido propuestos a nivel nacional o local. Así que, como otros programas sociales, los debates sobre la renta básica estarán sin duda ligados a cuestiones sobre la nacionalidad y la inmigración. En el contexto europeo deberíamos estar alerta de un desarrollo de la renta básica como un programa para solidificar La Fortaleza Europa según la crisis de los refugiados se va intensificiando. En los debates sobre el programa de renta básica en Suiza, por ejemplo, Luzi Stamm, perteneciente al partido popular suizo, de extrema derecha; dijo que se podría imaginar apoyar la RBU, pero solo para los suizos. "Teóricamente, si Suiza fuera una isla, la respuesta es sí", dijo en aquel momento. "Pero con fronteras abiertas es imposible, especialmente para Suiza, con un nivel de vida alto."
En Estados Unidos, mientras tanto, la combinación del nativismo y libertarianismo que plantea la coaliciíon Trump es particularmente peligrosa: es dificil imaginar modo alguno en la que un programa de renta básica desarrollado durante la era Trump sea algo distinto a un modo de desmantelar los restos del estado de bienestar a la vez que excluir a los no nacionales de la prosperidad compartida. Dicho esto, tampoco parece que la renta básica vaya a estar pronto en la agenda de Donald Trump. En lugar de inventar el futuro, sus movimientos tiendan más a tomar prestadas ideas del pasado, como el acuerdo Carrier, que repartía dinero público a compañías privadas en un intento de revivir un imaginario de mediados de siglo donde los hombres tenían trabajos de fábrica reales. Los programas sociales, por el otro lado, están volviendo a ser atacados por la administración republicana para pegar un hachazo a los gastos del gobierno.

El aparente triunfo de ésta evocación de la nostalgia hacia mediados de siglo, sin embargo, es un jarro de agua fria en las visiones utópicas. Despues de coquetear con la RBU, la izquierda americana vuelve a retomar el pleno empleo (mas que el pleno desdempleo) como demanda, particularmente sobre la idea de un trabajo federal garantizado. Hay mucho trabajo por hacer, por supuesto, y como el ingreso, los trabajos deberían ser repartidos también lo más equitativamente posible. Reconstruir la ideología del trabajo puede ser un peso demasiado grande para levantar durante los próximos años.

En cualquier caso, no deberíamos dejar de posicionarnos en contra del trabajo como la fuente tanto del ingreso como del valor social.

La actual expropiación y proletarianización ha dejado a billones a lo largo del mundo en una condición de lo que el historiador Michael Denning llama "una vida sin ingresos", rindiendo tributo a las necesidades del capital e intentando sobrevivir en un sistema que "no ofrece trabajo, sino la obligación de trabajar para poder vivir". Y aunque la renta básica suena como un programa para países ricos (un lujo posible para solo cierto nivel de prosperidad) puede ser incluso más prometedor en países donde parece más insostenible. En los años recientes se han puesto en marcha programas piloto de RBU en Namibia, Kenya y Uganda, principalmente fundados por ONGs, mas generalmente, programas de transferencias de fondos, que intentan disminuir la pobreza dando a la gente pobre dinero, demasiado a menudo con criterios específicos o restricciones; es la última moda en desarrollo. Por otras partes, el apoyo público parece ser más en la línea de sustento que de sueldos privados; el antropólogo James Ferguson señala que hay mas surafricanos recibiendo dindero de programas sociales del gobierno, incluyendo apoyos a la maternidad y ayuda a los discapacitados, que gente recibiendo dinero por trabajar. La renta básica, argumenta Ferguson, puede ser la via para alcanzar el bienestar social en paises donde la perspectiva de creación de trabajo en una escala adecuada a la población es poco más que una fantasía.

Por supuesto, el modelo anterior de la izquierda, basado en un crecimiento de posguerra en los Estados Unidos y Europa, es una fantasía también ahora. Donald Trump fracasará en hacer America grande otra vez tal y como lo prometió. Los trabajos de fábrica no van a volver, ni va a volver el 4% de de crecimiento. Incluso el más desesperado intento para mantener plantas individuales funcionando no dentendrá a los robots: Carrier, por ejemplo, ha dicho ya que pondrá la mayoría del dinero que prometió para invertir en la automatización total de su planta de Indiana. Que es por lo que, pese a los daños de la RBU, siguen siendo unos tiempos interesantes para la izquierda a la hora de desarrollar una visión de una sociedad menos orientada al trabajo, tanto aquí como alrededor del globo; la izquierda debería aprovechar la oportunidad de mostrar lo que el trabajo debería ser, y cuanto de él deberíamos hacer, y que rol debería ocupar en nuestras vidas.

Eso requerirá tiempo y una amplia coalición, pero no una como la que describe Stern, entre los ultra-ricos y las masas de trabajadores precarias, incluso las que describen racionalistas post-ideologías descritos por Bregman. En su lugar, los elementos de una genuina y leal coalición de izquierda, compuesta de trabajadores que necesitan más sueldo, los que luchan por la sostenibilidad ambiental y la justicia racial, trabajadores preocupados, tanto pagados como no pagados, estan empezando a hacerse visibles.

La izquierda no se ha organizado en torno a los derechos sociales durante años. pero en los años venideros será más importante que nunca defender lo que queda de la protección social estadounidense de la gente como Paul Ryan y comañia, considerando especialmente el latigazo racial que esa lucha dará. Y no podemos defender los servicios sociales sólo como una red de seguridad para los pobres y los miembros más desafortunados de la sociedad, echar una mano a los benditos poobres, sino como un bien universal y fundamental para todos. En otras palabras, deberíamos defender el opuesto exacto a lo que los programas de reformas sociales de la era Clinton en los 1990s, y el unico tipo de programa de ayudas sociales y de provisión que pueda construir una confluencia amplia y universal para la provisión social, más que marcar y señalar a los inmerecedores pobres.

Un redactor del New York times defendió la RBU como una especie de reparación por decadas de trabajo impagado hecho por mujeres, dando eco a los argumentos sociales del feminismo socialista sobre el valor de la reproduccion social. El Movement for Black Lives apoyó la renta básica, con la forma de un nuveo Freedom Budget. El movimiento sindical de los estados unidos se ha centrado incomprensiblemetne en mayores sueldos, pero puede -y debe- también reavivar las demandas de menos horas y más tiempo libre. La renta básica no es la única manera de hacer esas demandas, ni siquiera es una parte elemental de ello, pero sus elementos utópicas pueden ayudar a desarrollar una agenda más visionaria de cara al trabajo.

Ninguno de los defensores de la RBU que escuchamos hoy (en Canadá, Reino Unido, o Francia) se parece siquiera a la renta básica imaginada por los "comunistas del lujo" (no hay demasiados de esos para ganar unas elecciones) pero son un comienzo.

La Utopia es posible. Si la queremos, sin embargo, tenemos que hacerla parte de nuestras visiones y demandas para los movimientos de izquierda que construyemos los próximos años. Porque no podemos solamente imaginar el futuro: vamos a tener que pelear por el.

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Contumacia
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Re: Renta básica

Mensaje por Contumacia » 27 Jul 2017, 22:49

No Boiffard, obviamente si ingresas 800, mal que bien puedes, además de comer, dormir y tener salud, tener todavía un remanente. El problema es con las cifras ajustadas que dan quienes hablan de ello como un Impuesto Negativo sobre la Renta eliminando prestaciones de todo tipo. Quicir, si ya ahora mismo es difícil negociar ná con el patronsito, y los convenios están como están, en un escenario en el que sólo sale al mercado laboral quien realmente tiene una necesidad gorda por H o por B (eres diabético y la insulina vale un pico, tienes un hijo dependiente, tu madre tiene alzheimer) mientras que el resto se puede quedar en casa, es más fácil aún que ahora apretar las tuercas.

Y ahora me leo tu tocho (gracies!) :lol:

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boiffard
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Re: Renta básica

Mensaje por boiffard » 28 Jul 2017, 16:41

Por hacer un resumen (que es muy tocho), el artículo no está escrito por una persona libertaria; pero creo que es bastante completo señalando los problemas y como tampoco aporta nada constructivo más allá del hay que lucharlo, que es de cajón, da buena perspectiva de tol asunto:

- Que el tema de que el Estado reparta dinero sin trabajar es más viejo que el cagar, y que esto solo es un "revival" de la idea. Se implanto en los 70s en canada en plan experimental, y Nixon lo intento en clave de "impuesto negativo" friedmanita pero lo rechazaron.

- Que se están mezclando bajo el mismo término "RBU" proyectos socialdemócratas de pizarra donde pagan los ricos, muy bonitos en la pizarra pero es que en la calle la izquierda dejó de existir hace mucho; con proyectos neoliberales donde la RBU sustituya a la burocracia y los servicios sociales y que CUIDAO.

- Que el tema siempre se vende en contextos de crisis de trabajo, donde se acaba apuntando a la automatización como responsable para volver a fliparse con la hiperproductividad industrial, las utopias donde solo trabajan robots; y se olvida que todo responde a decisiones politicas. Que la RBU no es la puta solución a la crisis del sindicalismo; sino que por culpa de la crisis del sindicalismo, de toda esta productividad de las últimas décadas solo se ha beneficiado el capital.

- Que como contaba Kalecki en 1943, si no hay miedo al despido el patrón empieza a perder, y que la renta básica que se está planteando no tapa ese agujero; ni siquiera se lo plantea. Que si queremos hablar de paro estructural, nos planteemos de arriba a abajo la idea del trabajo pensando en el futuro en vez de oir cantos de sirena de RBUs.

- Que lo de "universal" es una aspiración muy bonita pero acaba siendo "ciudadano" y cuidadin con las extremas derechas y las RBU "solo para nacionales", especialmente en Europa con la crisis de refugiados y que CUIDAO

- Que en los 1970s también vendíieron lo de las ETT como la hostia para tener mas tiempo libre y plantear otra "cultura del trabajo" y mira tú.

- Que si los capitalistas muestran un talon de aquiles reconociendo que el capitalismo es incapaz de generar trabajo y bienestar para todos porque los robots hacen todo y son tope guays y ya verás como conducen; vayamos a la puta yugular, en lugar de sonreir complaciente al amo por la propina extra.

Y aquí pues podemos leer otra vez lo que dice Ruyman en el artículo del principio: si los pobres son el objeto, la cobaya de los experimentos de ingeniería social, si "el pobre", es la idea que tiene el intelectual o el tecnócrata en la cabeza, el pobre representado como unos números en una base de datos... lo de la RBU es que es más de lo puto mismo, echando otras cuentas de la vieja distintas. Un cambio de burocracias bancarias y estatales, nada más.

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boiffard
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Re: Renta básica

Mensaje por boiffard » 02 Ago 2017, 17:05

Por volver a lo que dice Ruyman con la "dación en pago" y la "supuesta ventaja", que es tal cual:
El problema de fondo es otro. En estos años militando en vivienda hemos visto la trampa que se esconde detrás de la dación en pago vendida como una panacea. Cuando nos hemos visto obligados a negociar alguna siempre lo hemos lamentado, y los afectados lo han acabado haciendo también a la larga. La cuestión no es sólo el impuesto de plusvalía (que cobran los ayuntamientos al entender que la casa entregada al banco ha sido revendida) y la nueva deuda que conlleva (cuando es inferior a 5000 € sale más caro pleitearlo que pagarlo), si no que se renuncia a la casa voluntariamente, por petición propia, sin pelearla. Un alquiler social, cuando se disponen de ingresos 0, y no se tienen recursos suficientes como para que te lo concedan, es una pobre compensación. Como lo es descargar la “culpable conciencia” del moroso, al carecer de deuda, al mismo tiempo que también los huesos se descargan de cobijo al carecer de techo. Al final, es una medida que sólo es funcional si la casa entregada no era la única vivienda de la que disponía el afectado o si tiene ingresos suficientes como para que le concedan una ayuda municipal al alquiler o el mencionado alquiler social.
Yo tal como lo veo, la dación en pago se vendió con la excusa de que en un mundo imaginario lleno de piruletas, si hubiese estado lo de la dación en pago ahí en la legislación cuando la burbuja; la especulación inmobiliaria no se hubiera producido. Es una idea preciosa, como la de cuando inventen la máquina del tiempo vamos y matamos a Hitler. Para proponer soluciones chorras, imaginando lo que hubieramos hecho en el pasado si tuvieramos la información de ahora, los tecnocrátas pueden hacerlo y casi se considera casi como una "ciencia aplicada" porque otros tendrán que memorizarlo ciegamente. Pero luego a la hora de la verdad, resulta que, cuando todas esas ideas felices están rodando con leyes rodando y jurisprudencias rodando, todas unas encimas de las otras, lo de que los de las directivas de la banca que dejaron un agujero del copon, se llevasen sus indemnizacione, devuelvan todo lo robado y paguen la cuenta, eso no, eso es impensable. Porque implicaría violar la Santa Cruzada contra la Retroactividad de la Santísima Ley, que es la mayor de las barbaries, impropia de una democracia comprometida con los derechos humanos. El pasado no se puede revisar para hacer justicia, pero sí para que unos tolaes con un titulito propongan soluciones macroscopicas "ganaderas" (porque "paternalista" es demasiado humano pa estas mierdas) que fallan como escopetas de feria en cumplir sus buenas intenciones, y funcionan mejor según las intenciones se van volviendo peores.

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blia blia blia.
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Re: Renta básica

Mensaje por blia blia blia. » 02 Ago 2017, 23:49

Al final lo de la Renta Básica es intentar conseguir por la vía electoral mitigar la paliza que nos están pegando en el plano laboral.

Lo de siempre, en lugar de dar la cara en el curro, meter un papel en una urna.

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Re: Renta básica

Mensaje por anenecuilco » 04 Ago 2017, 10:22

Al final lo de la Renta Básica es intentar conseguir por la vía electoral mitigar la paliza que nos están pegando en el plano laboral.

Lo de siempre, en lugar de dar la cara en el curro, meter un papel en una urna.
Sinceramente, podrías explicarte un poco más.
When the Union's inspiration through the workers' blood shall run,
There can be no power greater anywhere beneath the sun

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Sancho
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Re: Renta básica

Mensaje por Sancho » 04 Ago 2017, 15:42

Hace tiempo leí que uno de los orígenes de la RBU se hayaba en Inglaterra a principios del siglo XX. Rebuscando he encontrado el Speenhamland, un siglo más antiguo
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Sistema_Speenhamland
Entre tod@s lo sabemos TODO.

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