Esos lemas son dos:
1. Los avances tecnológicos permiten que cada vez se gaste menos energía, al producir aparatos más eficientes.
2. Las energías renovables pueden sustituir a las energías fósiles, evitar los problemas que estos provocan y crear empleo.
Algunos fragmentos de la respuesta de Pedro Prieto:
Sin duda, la mejora de la eficiencia es incuestionable en muchos dispositivos, ingenios y máquinas desarrolladas por el ser humano con el paso del tiempo y el desarrollo industrial y tecnológico. Mejora la iluminación, que da más luz (luxes) con menos energía eléctrica. Mejoran constantemente los aviones tanto en más eficiencia de las turbinas como en el menor peso de su estructura -menor energía por pasajero y kilo por kilómetro recorrido-. Mejoran hornos de fundición, vehículos, camiones, electrodomésticos, etc. Pero el consumo (global y per capita) se dispara y aquí muy pocos parecen preguntarse por qué, incluido el profesor Navarro.
Quizá puedan ayudar a entender la situación algunos gráficos:
Figura 1. Fuente: Agencia Internacional de la Energía (AIE). World Energy Outlook 2014. Página 40
En los 31 años de evolución del PIB mundial de estos grandes países o regiones y su relación con el consumo de energía primaria, que han sido los años más espectaculares del desarrollo económico y tecnológico mundial, no se observa por lugar alguno reducción del consumo de energía según crece el PIB. Sí se observa que hay países desarrollados, con menor pendiente en sus curvas que los países que están en vías de desarrollo (subdesarrollados, ahorrémonos el eufemismo) y desde luego que los países emergentes, como China. Sin embargo, sería erróneo, si no un acto de mala fe, considerar que los países más desarrollados son capaces de conseguir más PIB (actividad económica según esta relativa medida de la actividad económica) con la misma cantidad de enegía, que es lo que pudieran dar a indicar en un primer vistazo.
Otro vistazo a un gráfico similar como el de la figura 2, de la misma fuente, nos viene a sacar de dudas.
En él la AIE traza sólo tres líneas: países de la OCDE (los más desarrollados, para entendernos); los que no lo son y la evolución del mundo en general, que es el algodón que no engaña. Pues bien, en este gráfico, que la AIE no ha vuelto a sacar desde su World Energy Outlook de 2009, a pesar de hacer informes anuales, se aprecia con claridad que si bien la línea azul de los países OCDE tiene menos pendiente que la línea roja de los países no OCDE, al final el mundo sigue la tendencia inexorable de la línea verde con una pendiente intermedia.
Figura 2. Fuente: Agencia Internacional de la Energía. World Energy Outlook de 2009. Página 59
En los tres casos, que son prácticamente líneas rectas a los largo de 26 años de gran desarrollo económico y tecnológico, lo que se viene a concluir es que independientemente de ese aumento de conocimientos y desarrollos tecnológicos que mejoraron la eficiencia de los dispositivos y máquinas, el aumento del PIB se corresponde inequívocamente con el aumento del consumo de energía primaria. Y hay, según se mire, más que una esperanza en que más tecnología nos conducirá a más eficiencia, más ahorro y menos consumo energético, una constatación de que los países desarrollados parecen estar vertiendo sus empresas más contaminantes y energívoras hacia los países subdesarrollados o emergentes, mientras obtienen incluso de esas empresas deslocalizadas al Tercer Mundo, a través del control del comercio mundial y de los derechos y patentes, aumentos de su PIB sin tener que contabilizarse ni la energía consumida ni la contaminación provocada. De forma que consiguen unas curvas mejores, pero a base de echar basura al patio del vecino y luego apuntarse el tanto.
Viendo estas evoluciones, no se sabe muy bien de dónde extrae el profesor Navarro la creencia de que con más tecnología o más desarrollo se puede reducir el consumo de energía y por ende la emisión de contaminantes al medio...
En la actualidad, sólo el 38% de la energía primaria mundial va a generar electricidad y sale apenas un 18% del total de energía primaria en forma eléctrica... En buena lógica, habría que empezar por transformar con energías renovables el 81% de la generación eléctrica que hoy día todavía no lo es. Y también por solucionar algo que ni la nación pionera y puntera mundial en energías renovables, Alemania, con muchísimos recursos económicos y financieros y también tecnológicos, ha conseguido siquiera esbozar: conseguir sistemas de almacenamiento de energía eléctrica para estabilizar las redes eléctricas, pues son tan masivos y costosos (económica y energéticamente) que ni están abordados, ni siquiera acordado cómo hacerlos. Esto por no hablar de cómo solucionar como prioridad, que es de justicia, el simple suministro eléctrico a una parte importante de la Humanidad que todavía ni siquiera lo tiene.
El resto de las actividades humanas, que no son pocas y menos variadas, no son eléctricas y por tanto, se necesitarían transformaciones sociales telúricas en muy poco tiempo y a nivel mundial en despliegue de energías renovables.
Las modernas energías renovables sólo producen electricidad y para muchas actividades, como las que se muestran en la figura 4, habría que o bien transformar eléctricamente una importantísima parte de la sociedad mundial, lo que no es ni tan fácil ni tan inmediato como plantea el profesor Navarro o bien utilizar vectores energéticos, del que los más conocidos y jaleados es el hidrógeno... La transformación de la parte de consumo no eléctrico mundial, que es 62% de toda la energía primaria mundial -13.654 Mtpe o en otro equivalente energético, los 569 Exajulios que se consumen en el mundo anualmente- en energía eléctrica de origen renovable (en este caso solar)... conllevaría enormes pérdidas en los procesos de conversión.
Y el tercer y último punto sobre el potencial de las energías renovables para cubrir el 100% de la demanda mundial actual (incluso reducida), es recordar humildemente (que) la Tasa de Rendimiento Energético o TRE (Energy Return on Investment o EROI, por sus siglas en inglés) en demasiadas instituciones se apunta sin fundamento a que las modernas renovables tienen tasas tan elevadas como las fósiles y en particular como el petróleo, que mueve el 95% de nuestro transporte mundial.. Cada vez más llegamos a la conclusión de que la TRE de la energía solar fotovoltaica es del orden de 2-3:1 o seguramente inferior, cuando analiza los costes energéticos ampliados... para hacer posible la producción de estos sistemas, en vez de dar por buenos los resultados de 10 ó 20:1 que ofrecen otros estudios que consideran al sistema fotovoltaico o eólico aislado del contexto social (y sus gastos energéticos completos) en que este sistema es posible, puede llegar... La TRE de las modernas renovables es, en el mejor de los casos, del nivel que hace posible una sociedad de cazadores-recolectores, pero no serviría para alimentar energéticamente una sociedad industrial y tecnológica avanzada, que paradójicamente es exigible para poder fabricar y mantener estos sistemas... El sol o el viento sí son renovables, pero no pueden satisfacer, por su maravillosa y natural dispersión e intermitencia, las voraces necesidades de la sociedad que nos hemos dado.
Con una TRE tan baja (aspecto éste esencial) aquí habría que empezar a plantearse el tremendo esfuerzo inicial en aumento enorme del consumo energético en los años de despliegue masivo. Una TRE de 2:1, por poner un ejemplo, para sistemas que duran 25 años antes de estropearse, implica que hay que inyectar 1 unidad de energía (que inicialmente sería principalmente fósil), generalmente el primer año de la fabricación e instalación y puesta en marcha, para obtener simplemente por goteo anual hasta un máximo de 2 unidades de energía, a lo largo de los 25 años de vida útil y en el mejor de los casos y luego, vuelta a empezar.
No me queda muy claro que haya desmentido lo de que producen empleo.La austeridad siempre ha sido una virtud para las personas sabias y sensatas desde que el mundo es mundo. No. Europa no debe "crecer más”; lo que debe hacer es redistribuir mucho mejor lo mucho que todavía tiene (y no sólo entre los europeos, claro está) y seguir distribuyendo igualmente cuando vaya teniendo menos. Hibridar la estupenda palabra austeridad con las nefandas palabras homicidio o suicidio es un grave error que comete Podemos, que comete Navarro y que comete hasta Varoufakis. Lo que están haciendo los poderes financieros es sencillamente lo de siempre: despojar cada vez más a los más para enriquecer cada vez más a los menos. Así que menos hablar de ”austericidio” para dar la sensación de que votando a los que están contra él volveremos al cuerno de la abundancia y a los días de vino y rosas y más hablar de mejorar la redistribución y de reducir la desigualdad. Y por supuesto, aunque asuste mucho, proponer decrecer al menos desde Europa y EE.UU.
Fuente: http://www.crisisenergetica.org/article ... 1173628772