Mutualismo
Mutualismo
El mutualismo es un sistema comunalista concebido en sus origenes por Proudhon, basado en una suerte de cooperativismo regido por un banco del pueblo al servicio de los propios usuarios. El sistema de Proudhon, cuya viabilidad práctica tanto se ha discutido, tenía un sentido profundamente evolucionista. Del sistema se desprende, aparte la operación bancaria sin usura, la ruina de la poderosa banca burguesa y de la propia burguesía. El sistema descartaba tanto la praxis como la teoría revolucionaria clásica. Por el contrario ponía su acento, según Max Nettlau, "en la elevación del hombre, en su acción social consciente y en el ejercicio de esa condición en toda la convivencia humana". Proudhon era consciente de que su sistema, basado en la generosidad presupuesta, era, con respecto al comunismo integral, un programa mínimo, pues fiaba, sobre todo, en las tendencias asociativas federativas del hombre.
Tomado y traducido de | mutualist.org
El Mutualismo, una variedad del anarquismo, se remonta a P.J. Proudhon en Francia y Josiah Warren en los Estados Unidos. Favorece, al grado que sea posible, una aproximación evolucionaria a la creación de una nueva sociedad. Enfatiza la importancia de la actividad pacífica en la construcción de instituciones sociales alternativas en la sociedad existente, y el refuerzo de estas instituciones hasta que finalmente reemplacen el sistema estatista existente. Como dijo Paul Goodman, "Una sociedad libre no puede ser sustituida por un "nuevo orden" que salga del viejo orden; es la extensión de esferas de libre acción hasta que cubren la mayoría de la vida social".
Otros subgrupos anarquistas, y la izquierda libertaria en general, comparten estas ideas. Ya se llame "poder dual" o "contrapoder social," o "contra-economía," las instituciones sociales alternativas son parte de nuestra visión común. Pero son básicas para comprender la evolución de los mutualistas.
Los mutualistas pertenecen a un segmento no colectivista de los anarquistas. Aunque favorecen un control democrático cuando la naturaleza de la producción y otros esfuerzos cooperativos necesitan de la acción colectiva, no favorecen el colectivismo como ideal en sí mismo. No se oponen al dinero o al intercambio. Creen en la propiedad privada mientras esté basada en el uso personal. Favorecen una sociedad en la que todas las relaciones y transacciones sean no coactivas, y esten basadas en la cooperación voluntaria, el libre intercambio o el apoyo mutuo. El "mercado", en el sentido de intercambios de trabajo entre productores, es un concepto profundamente humanizador y liberador. A lo que se oponen es a la concepción convencional de los mercados, idea que ha sido cooptada y corrompida por el capitalismo.
Su visión última es una sociedad en la que la economía este organizada entorno al mercado libre entre productores, y la producción esté llevada por artesanos y campesinos autónomos, pequeñas cooperativas de productores, empresas grandes controladas por los trabajadores y cooperativas de consumidores. Al grado en el que aun existe el trabajo asalariado (que es probable, si no lo suprimimos por la fuerza), la supresión de los privilegios estatistas resultará en que el salario natural del trabajador, como Benjamin Tucker dijo, será su producto completo.
Debido a nuestra aficción a los mercados libres, los mutualistas a veces se enfrentan a aquellos afines al colectivismo, o a aquellos para los que "pequeño burgués" es un insulto. Pero son nuestras tendencias pequeño burguesas las que nos ponen en la via de la tradición populista/radical norteamericana, y nos hace relevantes a las necesidades del norteamericano trabajador medio. La mayoria de la gente desconfía de las organizaciones burocráticas que controlan sus comunidades y vidas obreras y quieren más control sobre las decisiones que los afectan. Están abiertas a la posibilidad de las alternativas descentralistas de abajo a arriba al sistema actual. Pero no quieren una América rehecha a imagen de un sindicalismo ortodoxo, tipo CNT.
El Mutualismo no es "reformista", como muchos anarquistas militantes lo califican peyorativamente. Tampoco es necesariamente pacifista, aunque muchos mutualistas son verdaderos pacifistas. La definición correcta del reformismo debería recaer, no en los medios que utilicemos para construir la nueva sociedad o en la velocidad con que nos movamos, sino en la naturaleza de nuestra meta final. Una persona que se conforma con una versión del capitalismo o del estatismo más amable, más humana es reformista. Una persona que busca eliminar el capitalismo estatal y reemplazarlo por algo totalmente diferente, sin importar lo gradual que sea, no es reformista.
La "acción pacífica" simplemente significa no provocar deliberadamente la represión del estado, sino hacer lo que sea posible (en palabras del eslogan Wobbly) para "construir la nueva sociedad en la cáscara de la vieja" antes que intentar romper la cáscara. No hay nada malo con resistir al estado si trata, mediante represión, contrarrestar nuestro progreso en construir las instituciones de la nueva sociedad. Pero la acció revolucionaria debería tener dos criterios: 1) debería tener un fuerte apoyo popular; y 2) no debería tener lugar hasta llegado el punto en el que la construcción pacífica de la nueva sociedad haya llegado a sus límites en la sociedad existente.
Kevin Carson
Fundamentos del mutualismo
El sistema mutual fue creado para que las personas, ante una emergencia o necesidad de algún bien o servicio, al que no pueda tener acceso en forma individual, lo pueda hacer mediante la ayuda mutua. Precisamente el valor más importante que sostiene al mutualismo es la Solidaridad. Además de asistir a sus componentes ante una emergencia, tiene como propósito contribuir al logro su bienestar material y espiritual.
Son entidades sin fines de lucro. Se constituyen libremente por personas inspiradas en la solidaridad.
Se financian mediante el aporte de una contribución periódica. Llamada generalmente cuota social, que se abona mensualmente.
Con esta cuota, la Mutual brinda los servicios esenciales a quienes los necesiten. De tal manera, cada asociado, debe pensar que su aporte es absolutamente solidario, porque no lo hace esperando algo a cambio. Sino que será recibido en servicios o bienes por otros asociados que lo necesiten.
De la misma manera, cuando cualquiera de los asociados que no utilicen ningún servicio de la Mutual, necesiten recurrir a ella para ser atendidos, las contribuciones o cuotas sociales del resto, permitirán que el servicio le sea brindado.
Los servicios que brindan pueden ser propios o contratados a terceros a través de convenios.
Características de los grupos sociales
Podríamos afirmar que generalmente, se tratan de grupos de afinidad los que forman parte del grupo de asociados. Es decir, un grupo de personas que tienen una característica común, como por ejemplo desempeñarse laboralmente en algún organismo del Estado o empresa privada; tener la misma profesión o cualquier otra característica que posibilite que el grupo actúe, además de compartir los principios del Mutualismo, con alguna condición común a todos que los identifique. A este tipo de Mutuales, suele llamárselas “cerradas”, puesto que para asociarse, generalmente en sus estatutos se establece como condición que trabajen en el mismo organismo o empresa.
No obstante, también existen las Mutuales que tienen asociados que se desempeñan en diferentes establecimientos, públicos o privados, y también que tienen diferentes profesiones o especialidades. A este tipo de Mutuales se las suele denominar “abiertas”, es decir que no exigen ninguna condición de carácter laboral para asociarse. Organizaciones con Fines Sociales
La denominación más adecuada y que permite una mayor comprensión de los propósitos que animan a este tipo de entidades es la de Organizaciones con Fines Sociales.
Pues la tradicional denominación de entidades sin fines de lucro, provoca una confusión entre quienes no conocen la esencia del sistema. Muchas veces se cree que tienen la obligación de brindar servicios en forma gratuita y que no pueden tener excedentes. Cuando precisamente, una de las características principales que tienen las Mutuales, es que pueden tener excedentes con la condición de no distribuirlos entre sus asociados e invertirlos en nuevos servicios o mejorar los servicios que ya presta.
En la República Argentina, las Mutuales están reguladas por la Ley 20.321 y una gran cantidad de resoluciones emanadas del organismo de contralor, que a través de los últimos años ha sido denominado de tres maneras diferentes: INAM – Instituto Nacional de Acción Mutual; INACyM – Instituto Nacional de Acción Cooperativa y Mutual e INAES – Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social.
Funcionamiento La Mutual es una de las organizaciones más democráticas, pues todos los socios cumpliendo con algunos requisitos establecidos en el Estatuto Social, puede desempeñar cualquier puesto en los órganos que la conducen y controlan.
Ante cualquier duda o necesidad de resolver alguna situación, es conveniente recurrir a lo que establece el estatuto de la Mutual de que se trate. Generalmente ahí está todo contemplado. De faltar algo, se suple con lo establecido en la Ley de Mutualidades Nº 20.321 o en las resoluciones del organismo de contralor.
Los órganos que la administran y controlan son:
- La Comisión Directiva.
- La Junta Fiscalizadora.
- La Asamblea de Asociados.
Las decisiones de cada uno de estos tres cuerpos están claramente determinadas en los Estatutos y en la Ley 20.321.
El Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social –INAES- es el organismo del Estado que tiene como funciones: Otorgar la personería jurídica (comúnmente llamada Matrícula); controlar su funcionamiento; disponer el nombramiento de veedurías; disponer intervenciones; rubricar sus libros; aprobar los reglamentos de los servicios que brinda; controlar toda la documentación relativa a las asambleas; retirarle la personería jurídica con justa causa, etc.
Bondades del Mutualismo
Es tan vasta la cantidad y variedad de servicios que prestan que sería difícil enumerarlos a todos sin tener el riesgo de omitir alguno. Pero podemos afirmar que desde la atención de la salud; otorgamiento de ayudas económicas; otorgamiento de subsidios; servicio de proveeduría, hasta la construcción de viviendas, puede brindar cualquier tipo de servicios y facilitar la adquisición de bienes.
Aquellos servicios que por diferentes razones no puede brindar, pero que son brindados por otra Mutual, pueden ser compartidos a través de Convenios Intermutuales y de esa forma se beneficias ambas entidades. Una porque sin ninguna inversión puede brindar el servicio a sus asociados y la que lo tiene, porque de esta manera los asociados de la otra Mutual colaboran con su aporte a aumentar los ingresos y también a absorber sus costos.
Recomendaciones
Es muy beneficioso para las Mutuales que todos sus asociados conozcan sus derechos y obligaciones, como también realizar cursos, difusión, educación, sobre el valor de la solidaridad. De ese modo, se logra fortalecer el sentido de la pertenencia y cada asociado se siente parte integrante de la misma. Siendo así, cuando deben afrontarse situaciones difíciles, existe una predisposición favorable para la participación y el aporte de ideas.
Por la característica humanista de estas entidades, constituyen el lugar apropiado para estimular a los asociados a utilizar la sede la entidad y llevar a cabo expresiones artísticas, que en gran parte de los casos, las personas no pueden ni tienen la posibilidad de hacerlas conocer públicamente.
Por ejemplo: Exposición de pinturas; concursos literarios; conferencias; y todo tipo de manifestación artística y cultural.
La Mutual es un lugar adecuado para impartir cursos de capacitación y también realizar reuniones sociales.
Es tan amplia la gama de todo lo que se puede hacer en una Mutual en beneficio de sus asociados, que solamente tendrá como limitación la imaginación de sus integrantes