Salvador Seguí

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Nombre: Salvador Seguí Salvador Seguí
Nacimiento: 23 de diciembre de 1890 Barcelona, España
Fallecimiento: 10 de marzo de 1923 Barcelona, España
Nacionalidad: Español
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Salvador Seguí Rubiñals, conocido con el sobrenombre de "El Noi del Sucre" (el chico del azúcar) nació en Lleida el 23 de diciembre de 1890. Pintor de profesión y de formación autodidacta, como la mayoría de los militantes de la CNT de su época, fue un organizador y hombre de acción más que pensador, escritor o teórico; destacó fundamentalmente en el campo de la oratoria, la estrategia y la organización. Como tantos otros militantes de su tiempo, sufrió la prisión y el encierro en varias ocasiones, a lo largo de su trayectoria militante.

Procedía del círculo de la Escuela Moderna de Francesc Ferrer i Guardia, de quien era discípulo. A los 17 años es encarcelado por primera vez, por sus actividades dentro del Sindicato de Pintores de Barcelona. En julio de 1909 tuvo una destacada actuación contra la guerra de Marruecos, recorriendo las comarcas catalanas. En diciembre de 1911 asiste en Marsella a un congreso obrero internacional. En 1915 fue elegido presidente del Sindicato de la Construcción de Barcelona, al frente del cual organizó en agosto del mismo año una huelga general, que terminó con un éxito completo.

Entre 1916 y 1917, negocia en nombre de la CNT las bases prácticas para una acción conjunta con la UGT, lo que se plasma en un manifiesto público de las dos centrales sindicales. Fue nombrado secretario general de la CNT de Cataluña; y toma parte activa en la huelga de agosto de 1917.

En el Congreso de la CNT de Cataluña, celebrado en Sants (Barcelona), del 28 de junio al 1 de julio de 1918, fue nuevamente nombrado secretario general de la CNT de Cataluña. En este Congreso se aprobó oficialmente la fórmula del Sindicato Único, cuyo principal artífice e impulsor fue Salvador Seguí; esta transformación cualitativa en el seno de la CNT pasará a la historia con el nombre de Sindicatos Únicos, y marca el tránsito de la lucha sindical desde la organización por oficios a la organización por sectores económicos.

En febrero-marzo de 1919, y en el contexto de la huelga de la Canadiense, Seguí adopta una postura prudente y moderada, a favor de de la reanudación del trabajo, una vez conseguidas las reivindicaciones fundamentales. En un acto público en la plaza de toros de Las Arenas, el 19 de marzo, ante un auditorio de 25.000 trabajadores, puso de manifiesto sus dotes de orador.

En el Congreso de la CNT celebrado en diciembre de 1919, en el Teatro de la Comedia, Seguí, junto con Ángel Pestaña Núñez y Quintanilla, una de las figuras más destacadas. Ante el problema de la revolución rusa y de las relaciones entre la CNT y la Komintern, adoptó una postura intermedia entre la de Quintanilla (contrario al ingreso en la Tercera Internacional), y la de los grupos prosoviéticos, declarándose partidario de que la CNT se adhiriese provisionalmente a la Internacional Comunista, pero sin dejar por ello de consignar que ésta no encarnaba los ideales del sindicalismo antiautoritario de la Confederación.

Tras el Congreso de la Comedia, Seguí siguió defendiendo la necesidad de la unión con la UGT. En 1922, tras salir de uno de sus muchos encierros, emprendió una gira de propaganda por Andalucía, interviniendo en más de 102 actos públicos.

En 1922 es nombrado secretario general del Comité Nacional de la CNT. Era la época del pistolerismo y de la lucha sangrienta entre las bandas del Sindicato Libre y los militantes confederales; ante esto, Salvador Seguí hizo todo lo que estuvo en su mano para poner fin a los derramamientos de sangre. Pero Seguí se había convertido en un símbolo para los trabajadores, y contaba con la simpatía de la izquierda burguesa, al tiempo que era temido por la patronal y odiado a muerte por sus pistoleros a sueldo, que ya habían atentado dos veces contra su vida. En marzo de 1923 recibe un anónimo del Sindicato Libre que le advierte de un próximo atentado contra su persona, contra Casanovas y Ángel Pestaña Núñez. En la tarde del 10 de marzo de 1923, el Noi del Sucre fue acribillado a balazos en la calle de la Cadena, de Barcelona, cuando se dirigía a su casa en compañía de su amigo Francisco Comas.